Barón del Solar, los vinos 2006 y 2007
Cata vino vino tinto Jumilla
Bodega Barón del Solar. D.O. Jumilla
Tipo de vino: Tinto con crianza. Graduación: 14º.
Uvas: Monastrell 100%
Crianza: 4 meses en barricas de roble francés nuevo.
Precio aproximado: 9 euros. Fecha de cata 25-02-2009
Esta joven bodega ha sacado al mercado sólo dos cosechas, la del 2006 y la del 2007, en camino está la del 2008.
Las dos primeras, que no pueden calificarse mas que de experimentales, ya que han sido elaboradas de forma autodidacta y artesanal, "con las manos" como dice el propietario, son mejorables, sin duda como todo. Aún así el resultado es espectacular. Me explico.
Partiendo de una excelente materia prima, procedente de uva monastrell de pie franco, con poca producción, se ha seguido el protocolo tradicional de elaboración de vino de calidad. Se han tomado las decisiones que dictaba el sentido común. Ahora, después de tres cosechas, es el momento de definir el camino a seguir vistos los resultados anteriores. Una de las primeras decisiones que se han tomado es darle más crianza en barrica al vino, ya que se ha comprobado que le vendrá muy bien, dada su estructura.
Las dos primeras cosechas estuvieron únicamente cuatro meses en barrica de roble nueva, la del 2008, que ya ha contado con asesoramiento técnico profesional, va a estar doce meses. Esa es una de las decisiones mas relevantes, junto con un proceso más largo de maceración, lo que va a dar una grata sorpresa. Yo probé el vino en el depósito y estaba impresionante, después de unos meses de barrica volví a probarlo y estaba más impresionante todavía.
El pasado día 25 de febrero, en el Club de Enófilos de la UPV, se hizo una cata comparativa entre los vinos del 2006 y el 2007.
La producción del 2006 no ha alcanzado las siete mil botellas y la del 2007 ha sido de ocho mil.
La botella es de tipo bordelesa troncocónica, de vidrio oscuro y grueso, moderna y elegante. La etiqueta lleva una "B" gótica en oro, está situada en un lateral , lo que le da un aire más desenfadado, contrarrestando el impacto recargado del estilo gótico.
A la vista ambos vinos son de color oscuro, picota, con una capa muy alta. En el más joven se aprecian tonos azulados en el ribete, que indican lógicamente más juventud que en el del 2006. Ninguno de los dos muestra señales de cansancio en el color.
Tienen una lágrima muy densa y bien visible, indicativo de una buena estructura glicérica.
Se muestran limpios y brillantes, aunque la intensidad de color no les permite mostrase luminosos.
En nariz, a copa parada, ya desprenden una intensidad aromática elevada, se aprecia más la fruta en el del 2007. Frutas negras y balsámicos, estos últimos más acusados en el del 2006.
Tras agitar los aromas se intensifican, apareciendo ya algunos más de la crianza. Ligeras y elegantes notas de especias, tostados y torrefactos. Y más fruta en el 2007.
Dejándolo evolucionar en la copa sin agitar, para evitar que los aromas más potentes enmascaren a los más delicados, los balsámicos se van adueñando de los demás. Tras ellos, en la copa del 2006, se perciben con bastante claridad aromas minerales, regaliz y fruta confitada. En el 2007 sigue predominando la fruta.
En la boca el 2007 se muestra joven todavía, con un ataque inicial potente, una acidez frutada y dominante que deja una boca fresca. Los taninos suaves y redondos, con un final muy ligero sin ninguna astringencia que moleste. Me parece que necesita algo más de reposo en botella.
El 2006, al contrario se nota un vino más redondo y elegante. Ha perdido esa nota de acidez de juventud y se muestra con una sensación más dulce en el ataque y un tanino elegante. Goloso y suave, con recuerdos de toffe.
En vía retronasal vuelven a aparecer balsámicos, fruta y regaliz en ambos.
La persistencia del sabor en la boca es larga, con buena sensación de plenitud y ganas de repetir el trago, sobre todo del 2006.
Conclusión. Una bonita experiencia que ha permitido apreciar cual es la evolución de estos vinos del primero al segundo año. Se constata una mejora paulatina en botella, por lo que, si hay existencias, se les puede augurar una larga vida.
Si esto se ha conseguido con solo cuatro meses de barrica, me estoy imaginando como saldrá el 2008 que tendrá al menos doce meses de madera suave. Si alguien consigue mantener sin abrir durante dos años la botella del 2008 puede ser algo espectacular.
Fotografías: © Paco Palanca / Instagram: @ojoalplato.blog / Facebook: @ojoalplato /Twitter: @ojoalplato /Twitter: @pacopalanca