Martes por la noche, Bodega Casa Montaña, en el Cabanyal, 46011 Valencia, Calle José Benlliure, 66, teléfono 963672314. Famosísimo establecimiento de toda la vida. Típica y tradicional bodega de vinos y tapas de Valencia. De hecho la decoración se mantiene invariable desde no se sabe cuando. Continúan los toneles detrás de la barra y en los laterales del local. Este tipismo se traduce en que resulta un local incómodo.
Es una bodega y tiene una barra alta y unas mesas largas y altas también, para compartir con otros comensales. Como es un local pequeño, se ha habilitado un comedor en el interior, lo que te obliga a pasar a través de la barra, pero por un hueco que hay debajo de ella, no la levantan para que entres sin doblar la espalda. En el interior más de lo mismo, dos mesas largas y altas con taburetes y dos o tres pequeñas mesas para sentarse en sillas.
Lo impresionante de este sitio es la carta de vinos, bueno el libro de los vinos, aunque se corre el riesgo de que algunos de ellos ya no existen o se agotaron.
La cristalería es adecuada para los vinos, son unas copas grandes de cristal, no de vidrio, con forma de tulipán, tipo burdeos, con el anagrama de la casa.
La carta de comida es toda a base de tapas, tradicionales algunas, habas cocidas, ajoarriero, anchoas, patatas bravas, clóxinas (mejillones) al vapor, etc. Otras incorporadas más recientemente como el montadito de torta de La Serena.
Los materia prima es buena, pero los precios están un poco inflados, seguramente por el paso de la Copa América, ya que este local está muy cerca del puerto y mantiene la fama de lugar imprescindible para visitar. Sobre todo para los turistas.
Como iba solo, me pedí para cenar, dos croquetas de bacalao, tamaño minúsculo, más pequeñas que una pelota de ping pong. Por aquí estamos acostumbrados a un mayor tamaño. Después unos montaditos de torta de La Serena y para finalizar un solomillo trinchado con ajos tiernos.
Para beber, dos copas sueltas de vino, de las seis opciones que existía ese día. Un Ribera del Duero, Hacienda Solano barrica 2007, y un Rioja, Fernández de Piérola, crianza 2004, mejor el primero que el segundo.
Total 31,50 euros.
Como he dicho antes, la materia prima es buena, pero no acabo de encajar del todo, siempre salgo un poco insatisfecho, creo que debería colmar mucho más mis expectativas. Lo intentaré de nuevo.
PD. En sucesivas ocasiones he salido más complacido, he ido cogiéndole el aire al local y a su producto, de primera calidad. Muy recomendable. Ahora sí.