Esta bodega es una de las más antiguas de Sanlúcar, y no me extrañaría que de todo el marco de Jerez, ya que está fundada en 1758. Se encuentra algo escondida, en unas naves que pertenecieron a un convento próximo, en la zona antigua del casco de la ciudad.
El nombre no tiene que ver con ninguna fábrica de tabacos ni puesto de venta. Un señor catalán que llegó a estas tierras montó la bodega y le llamó la atención que había vendedoras de tabaco en la población y tomó ese nombre para su empresa. Es una bodega familiar y está en manos de la novena generación. Un hecho insólito, aunque en Jerez hay bastantes bodegas familiares, ninguna creo que lleve tanto tiempo en manos de una misma familia.
Es de dimensiones más pequeñas que las otras que he visitado, pero de elaboración más artesanal, no tienen ni embotelladora, embotellan fuera de la bodega.
Los envases, llamados botas, son centenarios. Cuando necesitan reparar alguna han de comprar botas a otras bodegas para con ese material recomponerlas, ya que no se puede utilizar madera nueva para los vinos de Jerez.
Elaboran los vinos tradicionales de la zona: manzanilla, amontillado, oloroso, pedro ximénez y moscatel.
Tienen varias botas o barricas de distintos tamaños, con las bases de cristal, en las que se aprecia una capa de levaduras, flor le llaman ellos, de mayor grosor que en las otras bodegas que he visitado. Es una muestra de que esta bodega reúne las condiciones óptimas para la crianza de estos vinos. El pozo de la cuarta fotografía tiene agua, ya que el nivel freático de las aguas del Guadalquivir está muy cerca del subsuelo de la bodega.
Es el momento de explicar la diferencia entre el fino y la manzanilla. Después de contrastar opiniones he averiguado que la manzanilla conserva la capa de levaduras durante todo el año, gracias a las condiciones climáticas de la zona, mientras que el fino pierde esa capa parcialmente, en verano e invierno, y se producen lo que se llaman "calvas", donde el vino está en contacto con el oxigeno y entra en una fase parcial de oxidación. No me atrevo, ni me atreveré, a opinar sobre cual de los dos vinos es mejor. Mi vida correría peligro.
Lo que sí recomiendo es probar los productos de La Cigarrera, vino en rama de elaboración artesanal.
Estos, después de los de Bodegas Hidalgo de Jerez, son lo que más me han gustado.