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José Luis Mateo es un adepto a los viejos métodos por lo que vinifica "a la antigua"; renuncia al despalillado y utiliza la fermentación/maceración de larga duración con la mínima intervención posible.
Mezcla de campo de Bastardo, Brancellao, Caiño, Carabuñeira y Mencía plantado en el 2001 y, posteriormente, complementado con algo de Caiño Longo, la variedad más aromática, floral y elegante de la familia Caiño. Dada la experiencia del vino "Campo de Probas" 2011, que era de este mismo viñedo, ajustó la fecha de cosecha -recogió antes, con un 1% menos de alcohol- y también ajustó la vinificación, fermentación de todas las variedades juntas con un 50% de racimos completos y maduración del vino en un fudre de roble de 2.400 litros. Producción limitada de 4.000 botellas. Fue embotellado en mayo de 2018.
Un gran vino, elegante, fino y complejo.
La próxima cosecha de esta parcela será 2019. |
Tinto 
