Preparación |
En Roda nunca se utilizan vinos de otros años para uniformizar o refrescar una cosecha ni tampoco se compran vinificaciones de otras bodegas. Controla una veintena de pagos vitícolas distribuidos en los mejores ecosistemas de la zona de los cuales cada año se vinifican los mejores.
Los vinos tintos de Roda, exclusivamente de añada, casi se pueden definir como vinos de autor. Son vinos con estilo propio, de una tremenda expresión aromática dominada por una siempre presente fruta roja y negra, con una tímida madera ya en segundo plano, fina y elegante, junto a todos los matices aportados por la crianza.
En su coupage participa principalmente la variedad tempranillo (93%) y unos pequeños porcentajes de garnacha 3%) y graciano (4%). Fermenta en tinas de roble francés y envejece en barricas nuevas de la misma madera, características éstas que se aprecian naturalmente en su aspecto y cata.
Fermentación alcohólica en tinas de roble francés (con control de temperatura), seguida por una fermentación maloláctica en barrica francesa.
Crianza de 16 meses en barricas de roble francés, 40% nuevas y 60% de segundo uso.
Tras su estabilización completamente natural, el vino descansa en el botellero durante 30 meses antes de salir al mercado. |
Otros datos |
Bodegas Roda está ubicada a la vera del río Ebro, en un balcón del Barrio de La Estación de Haro (La Rioja), sobre un calado del siglo XIX. Los viticultores lo utilizaban para almacenar las cosechas, que posteriormente se enviaban a Burdeos por ferrocarril para mitigar los daños provocados por la filoxera.
Bodegas RODA se fundó en 1987 y sus instalaciones se han ido adaptando a las necesidades del momento y al ritmo del desarrollo, creciendo estructuralmente en cuatro fases desarrolladas en 1991, 1996, 2000 y 2018. Todas se han realizado acordes a los problemas de la época, teniendo la de 2018 -que acaba de concluir- un objetivo energético conforme al siglo XXI: optimizar la eficiencia energética y utilizar energías renovables.
Las instalaciones fueron concebidas a la medida de los vinos de Roda: adaptando en cada fase el número de tinas a los viñedos seleccionados cada añada, una sala bioclimática, fruto de una apuesta inédita por la innovación, y dos naves de crianza excavadas directamente en la roca.
En Roda buscamos los pagos que ese año han madurado con la sensación de fruta roja, con la expresión de los aromas presentes en el borde de la copa, dispuestos para ser sentidos de inmediato, con notas de especias dulces y una agradable frescura. En boca la fruta roja es la protagonista, con un paso de boca fresco, largo, sedoso y de volumen continuo. Antes de la cosecha de 2002, RODA se llamaba RODA II. |