Hoy vuelvo a catar una cerveza española, por sugerencia de un lector del blog, que me preguntó por ésta y por la Estrella de Galicia 1906, la cual será catada dentro de unos días, ya está en la cava esperando su turno.
La cerveza de hoy está elaborada por la compañía La Zaragozana, S.A. No hace falta decir su origen.
Es una cerveza extra, lo que significa que su extracto seco es al menos de un 15%. Esto nos indica que se trata de una cerveza con cuerpo, ya que ése es el peso correspondiente de la materia sólida obtenida después de la desecación.
Según se lee en la etiqueta, ésta cerveza está elaborada con tres maltas. Una malta base caramelizada en verde, otra malta de alargada tostación y la tercera la malta “Schlaffer.
También indica que tiene una doble fermentación, pero, según aclara en su web, y en la etiqueta, se trata de un doble “periodo” de fermentación, es decir que no es que fermenta dos veces, sino que está el doble de tiempo fermentando. Al menos eso he deducido. Tampoco hay evidencia de una segunda fermentación en botella, ya que el líquido está totalmente claro, y en la botella no hay restos de levadura. Concluimos pues que la doble fermentación es una cuestión de tiempo y no de dos procesos fermentativos. Salvo que alguien me quiera sacar del error, se agradecerá, por el bien de la ciencia.
Es una cerveza de fortaleza alta, tiene 7 grados de alcohol.
Su color es cobrizo claro y algo anaranjado. Como he dicho no tiene ningún signo de turbidez.
Su espuma es densa, de color ligeramente tostado. Es bastante persistente, forma un disco que permanece hasta el final de la copa.
El carbónico es escaso, las burbujas de la foto son por el vertido en el vaso, desaparecieron enseguida. Ésta característica la hace más agradable de beber, no es una bebida gaseosa, como si se tratase de un refresco, es casi una copa. Su cuerpo, grado alcohólico y su baja carbonatación así me lo parecen.
Lo primero que se nota al olerla es el aroma de la malta junto con un punto herbáceo, que le da un toque de frescura que le viene muy bien, dada su consistencia. Después se aprecia también el aroma del caramelo, debido al tostado de la malta.
En la boca es una cerveza con peso. Un primer contacto deja una sensación dulce y al final cuando está acabando de pasar se nota su potente amargor y un final dulce de nuevo. Llena mucho y es agradable su paso por boca.
Su sabor permanece largo rato, es persistente.
En conclusión una cerveza que tenía olvidada, gracias Roberto por recordármela.
Tiene mucha personalidad, tal vez debido a su peculiar proceso de elaboración. Hay que tenerla en cuenta, la incluyo en mi lista de las buenas cervezas españolas.
PD. Es fácil de encontrar, ya que está en los grandes almacenes.