Cerveza irlandesa de tono rojizo (Irish Red), debido a su medio tueste, es una cerveza mucho más suave que las negras, carece del sabor tan amargo y torrefacto de estas, pero es bastante más intensa en sabor y aroma que las rubias. Es una buena opción para empezar a probar cervezas de más cuerpo y sabor que las rubias.
Aspecto limpio, muy cristalina a pesar de su color. Su espuma es abundante pero poco densa y que no dura mucho en el vaso.
Su aroma recuerda a la malta y algunas notas afrutadas y herbáceas. Un carbónico muy discreto, no es de las cervezas excesivamente burbujeantes. Un ligero olor a torrefacto, debido al ligero tostado de la malta. Aromas muy bien integrados, sin desequilibrios entre ellos, ninguno predomina sobre el resto ni se aprecian puntas en nariz.
Sabor suave, con el amargor del lúpulo muy bien controlado, no es una cerveza especialmente amarga, ni tampoco se aprecia el torrefacto en la boca, como ocurre con las cervezas negras.
Pertenece a las cervezas tipo ALE. Esta clasificación se refiere al tipo de fermentación y no tiene nada que ver con el color, estilo o cuerpo. Ale es la palabra inglesa que describe al grupo de cervezas que utilizan levaduras de fermentación alta. Esta característica, frente a las que utilizan levaduras de fermentación baja, es la que marca la distinción entre las dos grandes familias de cervezas: ale y lager. Las ale irlandesas se caracterizan por su color rojizo, que es una tradición irlandesa, su afrutamiento y un definido carácter de malta.
Esta tiene cinco grados de alcohol, lo que permite su disfrute sin problemas, menos para conducir.
Se encuentra con bastante facilidad en la mayoría de grandes superficies y supermercados, su precio ronda los 1,45 euros.