Tawny, Ruby, Vintage, LBV, seguramente no nos dirán mucho, pues son distintas formas de nombrar diferentes clases de oportos. Después de una buena exposición por parte de José Morató, importador de la marca Taylor's, organizada por Bodegas Santander, en su sala de catas de la calle Alzira número 15 de Valencia, ahora ya puedo contar algo sobre estos extraordinarios y desconocidos vinos. Las variedades de uva portuguesas que se utilizan para elaborar este vino son la touringa nacional, tinta cão, una de las más antiguas del valle del Duero,  tinta barroca, tinta roriz (tempranillo) y touringa francesa. Las variedades se plantan y se vendimian por separado. El método de cultivo es en terrazas excavadas en la propias laderas de pizarra, tan escarpadas y estrechas que a veces solo cabe una fila de plantas por terraza. Estas terrazas han sido declaradas patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Oporto es una ciudad costera y por eso los viñedos no se encuentran allí mismo, están en el valle del Duero, desde unos 70 kilómetros al interior y hasta la frontera con España. Los vinos se elaboran a finales de septiembre en las proximidades de los viñedos y a la primavera siguiente se bajan a la localidad costera de Vila Nova de Gaia, al lado de Oporto, donde se envejecen según su destino. Todos los vinos pasan un primer periodo de dos años en depósitos de madera, generalmente de 550 litros, llamados pintas, en los que sufren un primer periodo de envejecimiento. El oporto es un vino fortificado, esto quiere decir que cuando está en plena fermentación se le añade un 20 por ciento de alcohol neutro, con lo que se interrumpe la acción de las levaduras, quedando un azúcar residual bastante elevado, aproximadamente de 95 gramos por litro. Esto originalmente se hacia en el siglo XVII para que el vino pudiese viajar hasta Gran Bretaña sin problemas. Este es el origen del Oporto. Los distintos procesos y métodos de crianza dan lugar a la variedad de estilos de oporto que hay en el mercado. Hay oportos blancos, aunque son una minoría, entre ellos he probado el chip dry, que es un oporto seco, aunque aún le queda algo de azúcar, que se toma de aperitivo, nosotros lo probamos con tónica en la proporción de una medida de oporto por dos de tónica, con unos hielos y hojas de hierbabuena. Es una bebida muy refrescante y sorprendente.  A este cóctel se le llama Port tónic, se toma de aperitivo. Entre los tintos el más básico es el RUBY, es el más joven de todos, su nombre hace referencia al color que tiene. Son envejecidos en cubas de madera de más de 20.000 litros durante 2 ó 3 años, tras lo cual se embotellan listos para consumir. Proceden de mezclas de varias añadas. El Taylor's SELECT RESERVA, se envejece durante tres años en grandes cubas de roble, donde adquiere suavidad y complejidad. Es de un color rubí intenso. En la cata aprecio aromas de fruta compotada y recuerdos de tarta de queso. En la boca lo noto dulce y fresco, con un alcohol muy bien integrado. Este vino debe servirse algo fresco, entre 14 y 16 grados centígrados. Se embotella listo para consumir. El LBV (Late Bottled Vintage) que significa "añada embotellada tardíamente", es un estilo muy reciente,  pasados 4 ó 6 años en grandes depósitos de madera para conseguir una oxidación lenta, los vinos se embotellan listos para ser consumidos. La añada que probamos era del 2002, este estilo sí es de una única cosecha y lleva la añada en la etiqueta. De color más oscuro que los anteriores,  rojo picota, presenta aromas de mermelada y fruta escarchada. En la boca se nota la fruta pasificada y dulce. El TAWNY, también hace referencia a su color, amarronado, son vinos envejecidos en barricas hasta que están listos para beber. Llevan en la etiqueta la edad media de la mezcla de los vinos utilizados. Indican 10, 20, 30 ó 40 años. Se embotellan listos para tomar y llevan en la etiqueta la indicación del año del embotellado. El tawny que probamos tenía un color marrón teja, con un ribete o disco dorado. El aroma a frutos secos, confitura de higos, fruta pasificada y especias. En la boca es suave, dulce y equilibrado. El VINTAGE, que significa "añada" es la categoría superior de los oportos, es el resultado de una sola cosecha de calidad superior. Embotellado mucho antes de que pueda ser consumido, desarrolla en la botella, durante años o décadas, los aromas y el sabor que caracteriza a estos maduros oportos. Para que un vino de oporto pueda se catalogado como vintage debe ser "declarado". Son vinos hechos con las mejores uvas y solo se producen en cosechas excepcionales. Se embotellan entre el segundo y tercer año y evolucionan en la botella durante décadas. No se declara un vintage todos los años, lo normal es que se declaren tres o cuatro vintages cada década. En los años que no hay vintage declarado, puede decidirse embotellar un VINTAGE DE QUINTA, elaborado con uvas de una sola finca, "quinta". Se cría durante dos años en barrica y se embotella y guarda durante 8 ó 10 años antes de consumirse. Puede pasar entre 10 y 30 años en la botella. El que nosotros probamos era un Vintage Quinta de Vargellas de la añada 1998. El vino de la añada de 1994 obtuvo 100 puntos Parker. Era la primera vez que se otorgaba esta puntuación. El de 1998 tenía un color rojo picota con ribete granate. Aromas a frutas pasificadas, naranja confitada, minerales y cueros. En la boca daba una ligera sensación tánica, a diferencia de los otros oportos, consecuencia de su mayor estructura, por eso habia tenido este destino. En conclusión una experiencia muy grata y reveladora, hay todo un mundo detrás de los oportos y más aún dentro de las botellas. Hay que ir descubriéndolo, no nos defraudarán.