He estado, junto con unos amigos, visitando la fábrica donde se elabora la cerveza Rosita. Está ubicada en la población de Alcover, en Tarragona, entre Reus y Montblanc. La empresa se llama Cervezas La Gardenia. Es un nombre muy arraigado en la tradición familiar de estos emprendedores. Ver enlace.
Nos atendieron muy amablemente Ramón, José Luis y Anna, enseñándonos las instalaciones y explicándonos con todo lujo de detalle el proceso de elaboración de la cerveza, así como las distintas variedades que elaboran.
Es éste un proyecto joven, apenas llevan unos pocos años en él y todavía están en fase de consolidación, con proyectos a corto y medio plazo, para emprender nuevas aventuras, entre ellas la próxima ampliación de la pequeña fábrica, ante la magnífica acogida que ha tenido esta cerveza.
En primer lugar nos mostraron la materia prima de la cual se elabora la cerveza. El producto básico y principal es la cebada malteada. Ésta la adquieren de un elaborador alemán muy conocido y prestigioso que les proporciona una malta de primera calidad, con los distintos grados de tostado que necesitan.
El malteado es la transformación del grano duro de cebada, que no es soluble, en un grano, que tras ser humedecido y germinado, es secado o tostado, y en el cual el almidón original del cereal se ha convertido en una sustancia azucarada y soluble, sobre la cual sí que pueden actuar las levaduras.
Otro ingrediente no menos importante es el lúpulo. Son unas pequeñas flores secas que convertidas en pequeñas pastillas o pellets cuecen junto con los demás ingredientes para aportarle a la cerveza su amargor. Originalmente se utilizaba para preservar a la cerveza obtenida de posibles contaminaciones y ayudar a su conservación, Los ácidos del lúpulo proporcionan estabilidad antibacteriana y funcionan como conservante natural. Actualmente se ha convertido en un elemento característico de la cerveza que le da una parte importante de su aroma y sabor, lo que podríamos denominar el "bouquet".
Las levaduras son las encargadas de producir la fermentación de los hidratos de carbono en alcohol, son por tanto un elemento imprescindible de la conversión del líquido no alcohólico en bebida con alcohol.
El elemento más abundante en la cerveza es el agua. Fundamental para la obtención de un buen producto es que ésta sea de primera calidad, para ello, antiguamente las fábricas de cerveza se instalaban cerca de ríos o arroyos con un agua de mucha calidad. Actualmente con los sistemas que existen tan avanzados para el tratamiento de las aguas y su purificación ésta ubicación ya no es fundamental.
El primer paso para la elaboración de la cerveza es la molturación de la malta para conseguir que se diluya fácilmente en el agua, junto con el lúpulo, para la obtención de una pasta de hidratos de carbono y lúpulo, que se somete a unos procesos de cocción a distintas temperaturas, que le dará unas características, según el tipo de cerveza que se quiere hacer. Éste primer proceso de cocción dura una seis horas, en una especie de olla gigantesca con unas aspas que agitan constantemente la pasta.
Tras esta primera fase, se separan las partes sólidas, y el líquido resultante se pone en unos depósitos, junto con las levaduras, para la realización de la primera fermentación alcohólica. Este segundo proceso dura aproximadamente ocho o diez días. Se realiza en depósitos presurizados con la temperatura controlada por debajo de 25 grados, mediante un refrigerador que vigila automáticamente para que no se produzca oscilaciones indeseadas. Si el refrigerador de los depósitos fallase, hay conectado un sistema de alarmas para evitar que el contenido de los tanques se estropee.
Transcurridos esos ocho o diez días se ha obtenido una cerveza primaria que pasa a los tanques de maduración, donde permanece dos o tres días. El trasiego de los tanques de fermentación a los de maduración se realiza mediante un sistema de presión, inoculando un gas inerte en los depósitos para que salga de ellos por la fuerza del gas, sin que entre en contacto con el aire en ningún momento. Esta es otra medida higiénica para evitar que el líquido pueda contaminarse en el trasiego.
Durante toda la visita las medidas de higiene eran especialmente subrayadas, ya que es fundamental para la conservación y calidad de la cerveza. Hay dos fotografías del interior de los dos primeros depósitos después de ser utilizados, el primero, la olla, ya limpia quedó inmaculada, el segundo, el de filtrado, estaba siendo sometido al proceso de limpieza con jabón. El baldeo de las instalaciones después del trabajo era meticuloso y concienzudo.
Cuando la cerveza ya ha madurado se embotella. La embotelladora es especial, para bebidas con carbónico. Al embotellarla, como ésta es una cerveza con segunda fermentación, se le añaden levaduras y azúcar, en una proporción muy calculada, para que se produzca el carbónico y alcohol justo que se quiere obtener.
Después de esto se trasladan las botellas a una sala de fermentación con la temperatura también controlada, pero algo más alta que la de los depósitos iniciales. Aquí se controla periódicamente la presión de las botellas y su grado alcohólico para determinar cuándo están listas para su expedición.
Cuando ha finalizado el proceso de fermentación en botella pasan a la etiquetadora para su puesta a la venta.
Actualmente en la fábrica de cervezas La Gardenia se elaboran los siguientes tipos de cerveza. La Rosita original, que además de los ingredientes básicos lleva una pequeña aportación de miel que le da un sabor suave y aromático. Se puede ver la cata aquí.
También elaboran una cerveza negra que está realmente buena. Con una malta muy tostada, que llaman malta chocolate, y la adición de una infusión de avellanas molidas, de la comarca, en el momento de la cocción del mosto. De este modo consiguen una cerveza negra muy original y suave. La cataremos pronto.
Otra variedad es una cerveza más fresca y ligera que la Rosita original, es una que denominan Rosita d'Ivori, es una cerveza a la que le han añadido trigo, piel y zumo de naranja y cilantro. Muy buena y se bebe muy bien. También la cataremos.
Además han realizado algunas ediciones especiales, con motivo de algún acontecimiento, como aniversarios o festividades importantes. En el primer caso sacaron al mercado una edición limitada, que se agotó enseguida, de la cerveza Picant, en formato de 75 centilitros, llevaba pimienta, jengibre y otras especias. Se le atribuyó cierto poder afrodisíaco, aunque no está demostrado.
La otra edición especial fue con motivo de la celebración de la fiesta de San Jorge. Como es típico que se regale una rosa en esa fecha, ellos elaboraron una cerveza que llevaba esencias de pétalos de rosa. Parece que también tuvo cierto éxito, por lo menos es una idea muy imaginativa.
Los que ya han probado algunas cervezas de distintos lugares del mundo saben que ésta bebida es muy versátil y admite la adición de muy variados ingredientes. Desde distintos granos, cebada, trigo, maíz, arroz, centeno, frutas, flores, chocolate y un sinfín de productos más, pueden gustar más o menos, todo es cuestión de hábito y paladar.
Seguiremos la evolución de esta casa para ir conociendo las sorpresas que seguro nos tienen que deparar.
Gracias por tan buena acogida y por el tiempo que nos dedicasteis tan generosamente.