Hace justo dos meses que visité éste restaurante, el 26 de junio pasado, el motivo de volver hoy es que han presentado un nuevo menú, algo más completo que el del día, con opciones para elegir platos de la carta.
Éste menú de verano, que se puede pedir en la comida o en la cena consta de un primer plato, que consiste en una ensalada y un segundo plato, que es el carpaccio de atún, fijos, pudiendo elegir de la carta un tercer plato de pasta fresca y un postre. Además incluye el sabroso gintónic semisólido, un bocado sorprendente.
El precio de este menú es de veinticinco euros con el iva ya incluido.
El menú del día, que también se puede pedir por las noches de martes a jueves, se compone de un primero y segundo fijos, un plato de pasta a elegir entre dos opciones y un postre, también a elegir entre dos opciones, pan y agua. Éste cuesta diecinueve euros, con el iva incluido.
Pues allí que me presenté para probar esta nueva opción de menú de verano del mejor restaurante italiano de la ciudad. Ya dije que no es un italiano de los que tanto abundan, no hay pizza, la pasta es fresca, elaborada en el propio restaurante. Solo hay dos platos de pasta seca y lo indica en el menú, además se nota. Todas las elaboraciones se hacen al momento, eso también se nota. Luego os lo indicaré con un detalle de lo que cené.
Il Ritrovo está en la calle Sueca número 46 de Valencia, teléfono 963734137. Ya hice la descripción del local en la anterior entrada.
Solo insistir en la impecable presentación de las mesas. En ésta ocasión el local estaba algo más concurrido, había cinco mesas ocupadas, siendo martes y agosto es una buena señal, los martes suele ser un día muy flojo para los restaurantes.
La carta de vinos es muy extensa y completa, además de equilibrada. Incluye aperitivos y cervezas. Champagne, spumante italiano y una extensa oferta de cava español. Los tintos están representados por Italia, Tierra del Terrerazo, Utiel-Requena. Valencia, Alicante, Castellón. Montsant, Jumilla, La Mancha, Manchuela, Toro, El Bierzo, Arribes de Duero, Zamora, Mentrida, Calatayud, Ribera del Duero, Castilla, Rioja, Lanzarote, Somontano y Navarra. Hay precios para todos los gustos, desde un Finca Resalso 07 por 15 euros, a un Sassicaia 01 por 142 euros. Los precios en general están bastante ajustados.
La elección del vino la dejé en manos de la sumiller, mi desconocimiento de los vinos italianos es total, solo me suenan el Barolo, el chianti y la variedad nero d’avola, y ni siquiera sé si lo escribo bien.
Me ofreció Il Frappato,un Occhipinti, vino siciliano de la zona de Vittoria, cien por cien variedad frappato. Es un vino de elaboración ecológica o biodinámica. Por ésta razón la fermentación se produce con las levaduras autóctonas propias de la uva. Con diez días de maceración y diez meses de crianza en barricas de 600 litros. Vendimiado en la primera mitad de octubre y embotellado en la segunda quincena de agosto siguiente. Todo esto lo he sacado de internet.
Llama la atención su poca graduación, para ser un vino siciliano, 12,5º, y su capa tan clara, con un color rojo cereza claro, muy próximo a la fresa madura. Además en la boca resulta muy suave, con unos taninos muy ligeros, apenas perceptibles y una muy buena acidez. Sin embargo en la nariz tiene un potente aroma, muy especiado y extraño. Como es una variedad desconocida para mí no me atrevo a calificarlo, pero no me convenció mucho.
Como iba a probar la nueva oferta de menú de verano, no presté atención a la carta, aunque está detallada en la entrada anterior.
El primer plato consiste en una ensalada cuyos ingredientes no son fijos, ya que está elaborada según mercado. En ésta ocasión llevaba una buena porción de mozzarella, muy sabrosa y auténtica, de leche de búfala. Rúcula, cogollo de lechuga, tomate y zanahoria rallada. En la zanahoria rallada se comprueba que la preparación de los ingredientes es al momento. Ni está acuosa, si se hubiese conservado en agua, ni oxidada, si se hubiese rallado con antelación. El aceite que llevaba la ensalada es exquisito, elaborado en Cheste (Valencia) por Vicente Medina Alborch. Cuando no me veía nadie mojé un poco de éste aceite, estaba rico.
El segundo plato consiste en un carpaccio de atún, con tomate rallado y olivas verdes. Éste plato ya lo probé en la visita anterior. Es un plato de calidad, aquí lo fundamental es la materia prima, ya que el carpaccio no requiere ninguna elaboración, pues se presenta en crudo y aliñado. Se vuelve a repetir lo que comenté en la ocasión anterior, yo le hubiese eliminado la zona oscura del atún, mejora mucho la presentación.
El plato de pasta, que hace el tercero de la cena, se elige de la carta. Yo elegí los ravioli rellenos de bacalao con crema de pimiento rojo. Estaban fantásticos, fue el plato que más me gustó. El relleno parecido a una brandada de bacalao y la salsa suave y cremosa, con sabor. Hubiera comido más, aunque todavía quedaba el postre y mi apetito iba menguando.
La carta de postres va junto con una extensa carta de destilados, entre los que destacan las grapas y las maltas. El postre que yo elegí es para auténticos golosos y fanáticos del chocolate. “Cúpula con alma crujiente al chocolate”. Una composición con tres texturas de chocolate. La cobertura, el interior y el crujiente en el centro. Muy bueno y potente, me vino justo terminarlo.
Menos mal que para ayudar y acompañar al postre me pedí una grapa de la variedad moscato con crianza en barrica, con 42º. Agradable de tomar y muy digestiva, con un intenso aroma y sabor a barrica. La copa de servicio una preciosidad. No es una copa de cava, es mucho más pequeña, pero la prespectiva le hace aparentar mayor tamaño.
Llegó el turno del gintónic semilíquido. Una sugestiva presentación que lleva un bocado dulce que tiene todo el sabor de ese combinado. Una filigrana de la repostería.
El café ristreto, muy corto y concentrado. Utilizan una de las tres marcas que más me gustan, por éste orden Montecelio, Lavazza e Illy. Por algo los italiano inventaron el café expresso.
En conclusión, una buena opción para cenar o comer, un menú semilargo a muy buen precio y de calidad. Para conocer la auténtica cocina italiana.