Uno de los atractivos turístico-gastronómicos de la ciudad de Vigo es el llamado Mercado de la Piedra. No me refiero al antiguo mercado reconvertido en centro comercial, sino a la calle que hay al lado llena de restaurantes que en sus terrazas ofrecen ostras frescas a muy buenos precios.
El procedimiento consiste en escoger un tamaño o calidad de ostra, te las abren en el momento y te pides algo para beber y a disfrutar.
En este caso las ostras eran estas. Frescas, grandes y sabrosas.
Y el vino éste. Excelente compañía que se hicieron el uno al otro para mi satisfacción.
Precio de la docena de ostras grandes 15 euros, precio del vino 17 euros. Un buen aperitivo, después cayó la mariscada.