Una buena recomendación es un regalo
Cuando alguien de confianza me dice "ve a este sitio que está muy bien" no lo dudo, se que voy bien encaminado. Y así ha sido también en esta ocasión. El restaurante está en un pequeño pueblo de la Vall de Gallinera, eso ya es un aliciente suficiente para ir, pero Benirrama no es de los más conocidos y además tiene un restaurante notable. Todo me suena positivo.
El local originalmente debía estar dedicado a un uso social, escuela o casino. Es sencillo, simpático y sin pretensiones, pero espacioso y relativamente cómodo. Hay buena música, seleccionada por el propio personal con buen criterio. Algo que es muy de agradecer, además de importante para el confort de los clientes.
La carta no es extensa, lo cual ya he dicho en muchas ocasiones que me parece una virtud. Se nutre de la lonja de Gandia, en cuanto a los pescados y de los productores de confianza de los alrededores para la carne y verduras.
Los vinos están expuestos y yo elegí a la vista de lo que figuraba en los anaqueles y neveras. Este Picarana es una apuesta segura y muy versátil para casi todo tipo de platos.
Es difícil decidirse por unos pocos platos, pues todo resulta muy apetecible. Al final esta fue la elección.
Aperitivo de mejillones caseros, mayonesa de albahaca y pan elaborado en el restaurante.
Caballa curada y terminada a la llama, sobre ensaladilla con aros de guindilla roja. Estupendo plato y la sorpresa de la guindilla picante un aliciente para mi.
Cocas al vapor rellenas de gamba blanca de Gandia y espinacas, sobre un caldo dashi. Un combinado de cocina oriental y mediterránea con muy buen resultado.
Coquetas de aceite con papada curada y verduras escabechadas, brotes de rábano y hojas de estragón. Excelente bocado.
Corvina y judía verde en tempura, acompañadas de salsa de soja. El pescado estaba en un punto excelente y muy apetitoso.
Mero a la plancha con ajoblanco de espárragos, almendra tierna y tomate confitado. Espectacular este plato en su conjunto. El pescado en un punto de cocción perfecto, se laminaba perfectamente y el ajoblanco sabrosísimo, con el toque de la almendra tierna dulce, no amarga. Un plato de diez.
Sin duda Enric Miró domina el punto de los pescados, tanto la corvina de la tempura como el mero a la plancha estaban perfectos.
De postre flaó, la tarta de queso tradicional de Ibiza. Muy buena.
Sin duda un lugar al que peregrinar con cierta frecuencia desde las ciudades de Gandía o Dénia, incluso desde Valencia.
Restaurante Miró cuina. Carrer Major, 53, 03787 Benirrama, Alacant. Teléfono 966 402 170
Abre lunes