Los productos de alta gama se atraen y complementan
Hay un nuevo producto gastronómico de primerísima calidad en la Central de Latas del Mercado Central de Valencia. Se trata de un aceite procedente de olivos cultivados muy cerca del mar, en las proximidades del delta del Ebro. Es un aceite de oliva virgen extra, de categoría superior, obtenido utilizando exclusivamente métodos mecánicos, utilizando rodillos de acero inoxidable para la molturación, después se bate y se centrifuga para separar el aceite del agua.
Las variedades tradicionales plantadas son la sevillenc, farga y morrut. De ellas se elaboran los aceites monovarietales exclusivamente con las variedades que dan el nivel exigido por la marca. También tienen un aceite elaborado con varias variedades según las calidades obtenidas. La presentación una pasada, poco convencional. Ha obtenido un premio de diseño. Los formatos en que envasan son 250 ml, 375 ml, 500 ml y 5 litros.
La cata del aceite es sencilla y agradable, aunque a alguien le pueda parecer lo contrario. Se basa en las fases olfativa y gustativa, ya que el color no es determinante para la calidad del aceite. Se valora la frutosidad en el olfato y la suavidad y paso de boca. Los catadores profesionales analizan otros muchos parámetros, lógicamente.
Sin duda una de las formas básicas de degustar el aceite es poniéndolo sobre una rebanada de buen pan.
La sal es el otro ingrediente imprescindible para el popular pan con aceite y sal. Además probar el aceite en el pan con sal o sin ella le da versatilidad a la cata. Sobre todo si se utiliza una extraordinaria sal como está del delta del Ebro.
La experiencia ha sido fabulosa y no he podido resistir la tentación de comprar uno de los aceites, el que me ha parecido más suave, el elaborado con la variedad sevillenc.
Acercarse hasta la Central de Latas en el Mercado Central cada día es una grata experiencia gastronómica, el surtido que se oferta cada vez es más interesante y amplio.
Imprescindible para disfrutones
