Una de las cosas que más me gusta de comer en un Parador es el privilegiado entorno en el que se desarrolla la colación. No le quito valor a la calidad de los alimentos, ni a su preparación, que suele ser muy cuidada, sobre todo de un tiempo a esta parte. También el servicio de estos establecimientos me parece muy esmerado, aunque en todas partes hay garbanzos negros, que no es el caso de este sitio.
Llegar a la puerta de un Parador como el de Trujillo ya te transporta a épocas pasadas.
Sus claustros me hacen sentir añoranza de tiempos que no he conocido y que de haberlos conocido seguramente no añoraría.
Un comedor en una nave con bóveda de cañón es acoj…nte.
La carta tenía una buena representación de platos de origen extremeño, y dado que el menú permitía elegir algunos de ellos, optamos por esa posibilidad.
Sobre la carta de vinos tuvimos algún desencuentro, se justificaron diciendo que la estaban cambiando, lo he oído muchas veces ya. Al final tuvimos que elegir un vino del Priorato, no es que sea mala opción, es que hubiésemos preferido una referencia asequible de la zona. La botella de Les Terrasses que nos tomamos no tenía ni una sola objeción que ponerle. Menuda copa más chula.
De aperitivos nos sirvieron un salpicón y unas porciones de empanada.
Nosotros elegimos en primer lugar unos zorongollos extremeños, que consisten en un plato de tomate y pimiento asados junto con cecina y unos bastoncitos de queso curado junto con unas semillas de comino.
Lo siguiente unas migas extremeñas “especiales”. Como se puede apreciar distintas de las servidas en El Almirez de Hervás.
Después unas verduras a la plancha. Sin secretos pero sabrosas.
De platos principales tomamos un cogote de merluza.
Otro fue un salteado de ternera con vino de Cañamero.
Y el tercero un entrecote de ternera.
De postres una sopa de yogurt con lenguas de pájaro.
Un helado de queso con miel. Se nota que aquí se celebra la Feria Nacional del Queso.
Y unas peras al vino de Cañamero con sopa de yogurt.
Buena presentación, buen servicio y calidad en los platos. Pagamos por todo 139 euros, el menú por persona eran 31 euros, el resto es de vino (36 euros), cerveza, agua y cafés.