He probado esta tarta que hizo una amiga, tanto me entusiasmó que el mismo día por la tarde me puse a prepararla. Es rápida y fácil de hacer.

Se necesitan: Dos naranjas de calibre medio-grande, 250 gr de azúcar, 250 gr de almendra molida, cinco huevos, 100 gr de chocolate de cobertura y 25 gr de mantequilla.

Se ponen las naranjas a cocer durante 15 o 20 minutos, hasta que al pincharlas las encontremos blandas. Se trituran y se mezclan con el azúcar y la almendra primero, para que al incorporar los huevos ya esté fría la mezcla y así evitamos que se cuajen prematuramente. Ahora incorporamos los huevos batidos como si fuesen para tortilla y lo ponemos todo en un molde alargado embadurnado de mantequilla por el interior. Se pone al horno durante 45 minutos a 200 grados. Hablamos de un horno eléctrico. Aquí tendréis que hacer pruebas, pues no hay dos hornos iguales. Lo mejor es ir pinchando el pastel con un palillo largo de madera hasta que al pinchar salga seco.

Terminada la cocción lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar antes de desmoldarlo.

Mientras se enfría el pastel, fundimos al baño maría el chocolate con la mantequilla.

Cuando esté completamente fundido le podemos añadir un chorrito de ron (opcional)

Una vez frío el pastel y desmoldado, con el chocolate templado, para que no escurra demasiado, empezamos a cubrir la tarta.

Después de cubierto lo ponemos en la nevera para que se endurezca el chocolate. Antes de servirlo hay que sacarlo de la nevera para que no esté demasiado frío, así estará más sabroso. Que lo disfrutéis.