Entre los japoneses es muy popular esta manera de elaborar el pollo, hasta el punto de que hay puestos callejeros que lo sirven para tomar entre horas. Se acompaña de cerveza.
La gracia de este plato está en la salsa que se utiliza, se llama Teriyaki y está elaborada básicamente con licor de arroz (mirin y sake), salsa de soja y azúcar. Como casi todas las cosas tradicionales, tiene mil variantes. Depende de la imaginación de cada uno y de sus recursos, se le pueden añadir más ingredientes, como harina, vino blanco, ajo o vete tú a saber que.
Yo prefiero hacerla lo más sencilla posible, así que utilizo sake, salsa de soja y azúcar.
Esta salsa también se puede aquirir, pero lleva muchos ingredientes industriales. Como es muy sencilla de hacer es mejor evitárselos.
Se ponen dos partes de sake a calentar para que se evapore el alcohol, cuando hierve se añade una parte de soja y después, poco a poco, se va añadiendo el azúcar, la mitad que de soja.
Para dos pechugas he utilizado 100 ml de sake, 50 ml de salsa de soja y dos y media cucharadas soperas rasas de azúcar.
Se mantiene hirviendo la mezcla suavemente, sin dejar de mover, hasta que reduce y se carameliza "casi" hasta la consistencia de la miel.
Cuando ya tenemos la salsa, troceamos pollo, pechugas, muslos deshuesados, o lo que queramos. Se salpimentan y se pinchan para que les entre bien la salsa y se ponen a macerar cubiertos de teriyaki al menos una hora.
Después se ensartan en unas cañas de bambú o palillos para brochetas y se hacen a la plancha, al gusto de cada uno. Mientras se hacen en la plancha se van pintando con más teriyaki. También se pueden hacer los trozos sueltos en una sartén, pero quedan más apetitosos en brocheta.
El sabor es muy oriental, con un regusto semidulce muy agradable. Es una forma muy interesante de comer pollo.
Queda muy bien la presentación si al servirlos se rocían las brochetas con unas semillas de sésamo.
Se pueden acompañar con muchos tipos de verdura. Puerros glaseados, espárragos al gusto, cebolla caramelizada, manzana a la plancha o en compota, etc.
Como he dicho lo tradicional es tomarlo con cerveza, pero seguramente por que el vino no era un producto muy habitual en Japón hasta hace poco. Yo lo he tomado con vino riesling y maridaba estupéndamente, lo recomiendo.