Creo que todo es susceptible de experimentación
Se me ha ocurrido sustituir la extraordinaria alubia de la fabada por esta otra legumbre tan arraigada en la gastronomía valenciana y además añadirle también un embutido típico de aquí. Ahora que la cocina fusión está tan de moda, ésta es una muestra de ella sin necesidad de salir de nuestras fronteras gastronómicas.
En primer lugar indicar que los ingredientes básicos son el famoso compagno (morcilla asturiana, chorizo y tocino), también se le suele añadir una punta de jamón y después de esto lo que la imaginación dé de sí. Si se revisan las recetas "auténticas" de la fabada se podrá comprobar que hay muchas variantes en cuanto a los ingredientes a utilizar, todos ellos del cerdo. La cebolla también figura en casi todas las recetas que he consultado. Yo le he añadido el famoso "blanquet" embutido típico valenciano, como una especie de chorizo blanco, que se utiliza en los pucheros, cocidos y ollas de la Comunidad Valenciana.
El primer paso es poner a cocer las carnes, con la cebolla y unas hojas de laurel, cubiertas de agua hasta el límite de lo que ocupan los ingredientes, sin añadir sal. Se cuecen entre una y media y dos horas.
Cuando ha transcurrido ese tiempo añadimos el garrofón. En mi caso he utilizado garrofón congelado (que nadie se rasgue las vestiduras) ha tardado menos de media hora en estar cocido. Se echa congelado al agua en ebullición y se añade un poco más de agua fría para que todos los ingredientes de la olla queden cubiertos de agua. He utilizado siempre agua mineral. Cuando vuelve a hervir se deja a fuego suave para que la legumbre no se rompa.
Transcurrida esa media hora de fuego suave se apaga y se deja reposar una o dos horas. Después se vuelve a calentar y a comer.
El garrofón es una legumbre que os sorprenderá en este tipo de guisos. Tiene un sabor especial. ¡Descubridlo!