Como no me ha tocado la lotería he decidido darme otro premio directamente. Me voy a agasajar con un plato que me enseñó mi amiga Cruz el viernes pasado. Espero que mis escasas habilidades en la cocina no desmerezcan la receta de Lucas.
Es sencillo y a priori exquisito. Después de haberlo comido confirmo la previsión, está exquisito.
Además los ingredientes son pocos y las técnicas culinarias prácticamente nulas, solo hay que cocer en agua y trocear, ya está.
Se necesita una sepia, 80 gramos de salmón ahumado o marinado, dos huevos, dos cucharadas de mahonesa, una pizca de pimienta blanca y un poco de perifollo o perejil, dos cucharadas de aceite y un poco de sal.
Se pone la sepia a cocer durante cuarenta minutos, cuando lleva treinta se incorporan los huevos en la misma cazuela para aprovechar el tiempo de ebullición. Con esto está finalizada la fase de cocinado.
Se trocea la sepia, los huevos y el salmón, en porciones muy pequeñas, se mezcla todo en un bol y se le añade la pimienta, la mahonesa, el perejil, el aceite y la sal.
Se monta con un molde circular o como más os guste y se sirve acompañado de alguna guarnición, lechugas, patatas cocidas, lo que os apetezca.
Lo he acompañado de este vino blanco que le va de maravilla, el viognier de Bodegas Vallegarcía de Toledo. Podéis ver su cata aquí.
Muchas gracias Cruz por la receta, estaba exquisita, bueno la ventaja de cocinar para uno solo es que aún me queda para otra vez, pronto me daré otro premio de esto mismo.