Nombre: AMADOMIO

Dirección Bélgica, 30. 46021 Valencia. Zona Avda. Aragón.

Teléfono 96-393.09.68

Local decorado de forma original, con unos sofás frente a la barra, que se utiliza para picar, digo la barra ¡eh!.

El espacio es más grande de lo que parece al entrar, yo iba en una cena colectiva, unas veinte personas, por lo que el comentario de hoy hay que tomarlo con muchas reservas, ya que la libertad para pedir siempre está limitada cuando vas con un grupo numeroso y el servicio tampoco se puede valorar bien, o tal vez sí, es cuando mejor se valora.

Las mesas, cuadradas, para dos personas, que permiten juntarse para hacer lo que quieras con ellas. Hay un sistema de paneles japoneses para crear separaciones entre zonas, me parece un buen sistema, muy ingenioso, aunque solo aísla de la vista claro, no del sonido, pero algo es algo.

La iluminación muy baja, intentando crear un ambiente intimista, pero creo que no es la finalidad de un restaurante

Música inapreciable, supongo que debe haber teniendo en cuenta las características del local, pero donde estábamos no se oía nada.

Las mesas están vestidas con camino de mesa, sin mantel debajo, lo cual no acaba de gustarme, la combinación de mantel y camino de mesa sí, pero tal como está allí la mesa parece medio desnuda.

Vajilla moderna y copas normales.

El servicio amable con ganas y aprendiendo, pero necesita mejorar, aunque se nota interés por hacer bien las cosas, lo cual ya es de agradecer.

La carta de vinos no la vi, tomamos un rioja. La Montesa, crianza de Bodegas Herencia Remondo. Un vino renovado que presenta una línea moderna dentro de los riojas, buen color, fruta y bastante equilibrado, con buen cuerpo, un rioja distinto.

La carta que tuvimos a nuestra disposición era una especial para la noche, con tres primeros, ensalada, crema de verduras o milhojas de pasta y verduras asadas, dos segundos, dorada o carrillera y dos postres, kiwi relleno de muose de chocolate o brownie blanco con cus-cús negro (creo que esto es una broma de la cocina, niera borwnie, todos sabemos que el brownie es un bizcocho de chocolate, este era una coca en llanda de nueces y el cus-cús parecia un refrito de azucar moreno con alguna cosa más, solo identifiqué algo de sal, que me gustó) a elegir uno de cada, todo ello por 20 euros aproximadamente. Desconozco si hay una carta más amplia y selecta. Espero que sí.

La elaboración de los platos es correcta, sin grandes alardes, pero resulta adecuada para el precio del menú de noche.

En conclusión, no puedo hacer una valoración objetiva pues este tipo de visitas en grupo no son adecuadas para hacerse una idea sobre un restaurante.