Hay ocasiones en que, cuando las expectativas son buenas, no te importa hacer más de cien kilómetros para ir a comer a un restaurante. La locura de la gastronomía tiene estas cosas. En esta ocasión el desplazamiento fue desde la ciudad de Córdoba hasta Priego de Córdoba. El objetivo conocer el Balcón del Adarve. Paseo de Colombia 36. En 14800 Priego de Córdoba. Teléfono 957 547 075.
Un local situado sobre un mirador que da a una extensa vega. Tiene terraza con buenas vistas y dos locales interiores, en dos niveles. El superior, como mesón con barra, más informal que el inferior, que está destinado exclusivamente a restaurante.
El interior del restaurante está decorado en un estilo rústico.
Las mesas bien vestidas y de buen tamaño. El detalle de los vasos de color fue la nota discordante para mí, me gusta ver claramente lo que me voy a llevar a la boca. Como no había nadie más en el comedor no se pudo apreciar como era la acústica, aunque se oían dos músicas diferentes a la vez y ninguna de ellas de mi gusto. La temperatura ambiente agradable. El servicio atento y bien dispuesto.
A pesar de estar en el restaurante, que tiene carta propia diferente de la del piso superior, la intención era comer principalmente de tapas, nos resultaba más atractiva esta opción. ¡Esto es Córdoba! No hubo problemas y encargamos la comida combinando ambas cartas.
El aceite excelente, no podía ser de otra manera.
Aquí era imperativo probar el jamón ibérico de bellota.
Unas croquetas de rape y bogavante, a las que les faltaba algún tropezón en su interior. El mar ahora está cerca de todos los sitios.
Cazón en adobo, otra de las tapas imprescindibles de Andalucia. Estaba bastante bueno.
Alcachofas con foie. A veces una buena conserva cumple perfectamente con su cometido. Estaban muy conseguidas.
Bacalao al horno, algo falto de sal.
El solomillo, del cercano Valle de los Pedroches. Buen sabor pero con un fallo en la sencilla técnica de mantenerlo un tiempo a temperatura ambiente antes de ponerlo al fuego, el interior todavía conservaba el frío de la cámara.
Para beber, en unas sencillas y mejorables copas ARC, un excelente vino Pago del Vicario 50/50, tempranillo y cabernet sauvignon del 2004, servido a una temperatura correcta.
A destacar la calidad de la materia prima, que sometida a unas sencillas elaboraciones dan muy buen resultado. Las tapas fueron medias raciones y el precio final excelente, 85,64 euros para dos personas.
Miércoles, 13 de abril de 2011.