Domingo a medio día, buscamos una comida de precio asequible y que nos satisfaga, por eso hemos elegido este restaurante que, como dice su blog de presentación es evolución del Restaurante La Genuina. Afirmación que hemos podido comprobar, ya que la base de la carta está elaborada con los platos más emblemáticos de la casa matriz.

Me sorprendió el tamaño del local, dispone de dos salas muy amplias, con separación de fumadores y algunas divisiones que forman pequeños comedores privados. Además tiene un segundo local a cincuenta metros de este con denominación de bodega.

Está ubicado cerca del mar, aunque no llega a divisarse desde el restaurante, pero está muy próximo para poder  dar un agradable paseo después de comer. Calle Mosén Cuenca 38 bajo, teléfono 963 247 174 y 963 247 211. La Bodega, el otro local,  se encuentra en la misma calle pero en el número 30 y su teléfono es 663 964 940, en 46012 Pinedo (Valencia)

Las mesas, que se encuentran algo cercanas entre si, están bien vestidas, de dimensiones algo justas para cuatro persona, teníamos dificultades para colocar los platos al centro para compartir, pero de tamaño ideal para dos personas. La vajilla y cristalería mejorables. Las copas son de la conocida y popular marca Arc France.

La carta de vinos llama mucho la atención, es bastante extensa y con bastantes denominaciones. Hay una espléndida cava de vinos para acoger a tantas referencias, con dos climatizaciones diferentes para blancos y tintos, con temperaturas distintas, los blancos están entre 7 y 9 grados y los tintos entre 16 y 18 grados, lo cual permite recibir el vino en la mesa a la temperatura ideal. Lástima que este esfuerzo no tenga continuidad con el servicio, que se limita al descorche de la botella y el primer servicio, sin cata previa. El eterno problema del personal sin preparación específica. Conozco al dueño y me consta que él sí se preocupa por estos detalles, la prueba es la tremenda inversión en el mantenimiento del vino que ha realizado para ofrecerlo en las mejores condiciones.

Como vi en la carta que tenían “Tres Picos” de Bodegas Borsao de la DO Campo de Borja (Zaragoza) y siempre que lo encuentro, y no es con mucha frecuencia, siempre lo pido, pues en esta ocasión también salió a mi mesa. Cien por cien garnacha, con buena estructura y finos aromas de frutas y mantequilla.

La carta de platos también es bastante extensa. A veces me pregunto como se puede mantener tanto género diferente para poder atender la demanda imprevisible de los comensales.

Como he dicho la inspiración de la carta tiene su origen en la casa matriz, La Genuina, pero se están realizando continuas innovaciones para ofrecer nuevos platos que son bien acogidos por los clientes, como es el caso del arroz de galeras y cangrejos.

Nosotros nos decantamos por los platos tradicionales y de contrastado éxito en la casa.

Empezamos con unas entradas, la primera unos clásicos calamares a la romana, de los que hay que decir que no son tan fáciles de hacer como muchos creen. Estos estaban cortados de buen tamaño, con una fritura perfecta y bien tiernos y sabrosos.

Después un buen plato de tellinas a la plancha, por esta zona salen siempre bien limpias, sin arena, aunque estas eran de un tamaño mediano.

La tercera entrada las populares y muy caseras albóndigas de bacalao, con su sabor a canela y buen color dorado.

De plato principal pedimos el arroz con pato. Es un arroz “amb fesols i naps” (con alubias y nabos) al que se le sustituye la carne de cerdo por carne de pato. Es un arroz que sale algo caldoso, pero como siempre hay para repetir, el segundo plato ya es mas bien meloso.

Los postres en su mayoría caseros. Elegimos una crema de higos, muy conseguida.

Otro postre fue el arnadí, típico postre valenciano elaborado con calabaza, boniato y almendra. Contundente y excelente.

Un tercero fue el también clásico flan de naranja, aunque lo encontramos algo flojo de sabor a naranja, pero bueno como flan.

También pedimos un helado, esta es la prueba.

En conclusión un buen sitio para hacer una comida muy parecida a la casera y con un precio también muy casero, cuatro personas por 115 euros, algo menos de 30 euros por persona.