Actualización: El restaurante ha cambiado de ubicación
La fama de este local, en cuanto a la calidad del producto que utilizan, ya había llegado a mis oídos hace tiempo, pero uno no siempre puede acudir a donde le gustaría, las circunstancias te van llevando y desviando de los planes que te vas trazando. Es caprichoso el azar.
Por fin pudimos acudir a la calle Salamanca número 26.Valencia, 46005. Teléfono 963 74 75 22. Se trata de un comedor de planta rectangular, bien iluminado pero con una intensidad muy cómoda.
Las mesas perfectamente vestidas y equipadas, de buen tamaño. Copas SCHOTT. El servicio muy profesional y dominando sus competencias y atribuciones. La música ambiente espléndida, jazz bien escogido.
La carta, como deben ser todas las de mercado y producto fresco, no es muy extensa. Predomina el producto del mar, aunque no descuida otras materias primas.
Los vinos bien representados, con buena oferta. Nos ofrecieron probar un Joseph Drouhin St. Veran 2008. Blanco, elaborado con la variedad chardonnay. Fresco y aromático, acompañó muy bien a casi todos los platos, excepción fue la alcachofa.
De aperitivo nos sirvieron un boquerón marinado en costra de sal, acompañado de hueva de denton confitada y marinada con aceite de tomillo texturizado. El sabor y el punto del boquerón estaban perfectos, con un sabor excelente.
De primero pedimos unas “espardenyes” (pepino de mar). La carne de este equinodermo es muy apreciada, se toma a la plancha, como lo hicimos nosotros, y también en arroces. Están siempre buenos, es un bocado exquisito, sin ninguna complicación.
De segunda entrada pedimos unas alcachofas confitadas rellenas de queso de cabra con vinagreta de piñones y cecina ahumada. Parece ser que es uno de los platos estrella del restaurante.
De platos principales pedimos probar dos pescados diferentes sin mucha elaboración. Uno de ellos fue gallo a la plancha terminado al horno. Iba acompañado de un puré de patata rate. Tanto el gallo como el denton que yo pedí estaban con un exceso de cocción para nuestro gusto. Pero es que no me acostumbro a pedir el punto del pescado como se hace con la carne. En el caso del gallo, además, no nos pareció que fuese ése pescado de la familia de los lenguados (escoftálmidos), pero de mayor tamaño, que estamos acostumbrados a ver. Por lo visto se trataba del San Pedro, al que se le califica también de gallo, por la aleta dorsal tan desarrollada que tiene.
El otro plato de pescado que pedimos fue el denton, también a la plancha y terminado en el horno, con el exceso de punto, para mi gusto, que he mencionado antes. Iba acompañado de unas verduras de temporada.
De postre compartimos una espuma de yogurt sobre una sopa de frutos rojos cocidos con pimienta verde.
Precio total para dos personas con una botella de vino, dos cervezas y un agua 138,50 euros.