En Montesa hay un restaurante que se llama "El Ramallar", tiene este nombre por que era un antiguo corral de ganado (ramat). Está ubicado en la subida al castillo, 46692 Montesa (Valencia), teléfono 609980700.
La decoración es muy rústica, está adornado con utensilios agrícolas y otras piezas antiguas. Nada más entrar hay una bonita colección de llaves. El local tiene dos plantas, la de arriba tiene el techo inclinado con las vigas a la vista. El espacio está demasiado aprovechado, las mesas son muy pequeñas para cuatro personas, para dos son ideales, y están muy juntas entre sí. El camarero tenía el espacio muy justo para pasar entre ellas. Como el techo es bajo y estaba lleno, el ruido ambiente era bastante elevado.
Las mesas están cubiertas solamente con un mantel individual de papel, igual que las servilletas que también son de papel. Las sillas con el asiento de enea son lo mejor del conjunto.
La cristalería del tipo Arcoroc no es nada adecuada para disfrutar del vino.
Este es el escenario para la ceremonia de la comida. Bien por el entorno, mal por las mesas.
La carta tiene un primer apartado de entradas o tapas, entre las que se alternan cosas tradicionales con otras más innovadoras, como el pulpo a la tártara y el carpaccio de anchoas, la cocina se califica de tipo mediterráneo. Tiene un apartado denominado "llescas", que son trozos grandes de pan sobre los que se puede colocar distintos ingredientes, según la opción elegida.
Luego vienen los platos de carne, entre los que se incluye el gazpacho y la paella, por encargo ambos.
Finalmente están los postres, "todos ellos caseros, menos la piña", según dijo el camarero, textualmente.
El personal con ganas de hacerlo bien, pero con demasiado trabajo.
Nosotros, que éramos cuatro, pedimos una ensalada "fornejá", elaborada con verduras asadas. Estaba en su punto. Después tomamos un camembert "torrat", que consiste en meter en el horno una caja de queso camembert, tipo President, sin su tapadera y cuando arde el cartón lateral se saca a la mesa. Resulta muy original. También cabe la posibilidad de que estuviese hecho con un soplete de cocina.
Después de esto pedimos una "llesca" vegetal. Pan con tomate y verduras a la plancha con queso y una salsa de pesto.
De plato principal, para los cuatro, tomamos dos raciones de carne asada y embutido. Dos longanizas, dos morcillas, dos chorizos, dos chuletas de costillar y dos cortadas de pierna de cordero, las dos raciones. Sin pena ni gloria.
Menos mal que los postres fueron la mejor parte de la comida. Tomamos un crep de chocolate, pastel de carlota, flan de queso y brownie. Todos los postres al mismo precio, 3,5 euros. Muy bien.
De la carta de vinos resaltar que tienen un buen apartado de la zona de la D.O. Valencia, subzona Clariano, que es la más próxima a Montesa, son vinos de Fontanars y Moixent. La carta no es muy extensa pero si bastante variada, llama la atención que solo hay un Rioja y un Ribera del Duero, ¡bien por la apuesta!, me gusta que predominen los vinos de su zona en cada restaurante.
Nosotros tomamos Les Alcusses, de Celler del Roure. 16 euros. Vino bien de temperatura, pero lo habríamos disfrutado más en mejores copas. El servicio del vino inexistente, se limitaron a dejar la botella descorchada encima de la mesa.
En conclusión un restaurante muy popular, parece que está siempre lleno, sin reserva previa es difícil obtener mesa. Tal vez no hay otra alternativa mejor. Desde mi punto de vista presenta algunas carencias que debían mejorar, fundamentalmente el tamaño de las mesas para cuatro personas, el equipamiento de las mismas y sobre todo el número de comensales. Al personal le viene muy justo poder atender a tanta gente de manera adecuada. Atendiendo al contenido de los platos y prescindiendo de lo demás, la relación calidad precio es adecuada.