Menú de tapas o menú degustación?

Los menús degustación empezaron siendo una muestra de medias raciones de los platos más emblemáticos de las cartas de los restaurantes, para que los clientes pudieran probar más creaciones y no solamente un primero, segundo y postre. Han acabado por convertirse en menús de pequeñas raciones de cocina creativa, que para mí son, ni más ni menos que ¡¡¡las tapas!!!

Sin duda entre un menú de medias raciones con cinco o seis platos y un menú de tapas creativas, me quedo con este segundo. Me gusta la variedad cuando como y sobre todo la creatividad. Afortunadamente es una moda que está arraigando y hay sitios donde se pueden disfrutar estos menús con deleite. Este es el caso de Julio Verne. Su menú de cinco tapas y postre por 19,50 euros es muy interesante.

Es un local pequeño pero luminoso y desenfadado, próximo a la Alameda en Valencia. Atendido por un servicio eficiente y agradable. La carta no es muy extensa. Lo digo como una virtud, ya que la materia prima fresca no permite cartas largas en locales pequeños. Además hay varios menús: de tapas, de fin de semana y de carne. El menú de mediodía laborable consta de tres entradas y un plato principal más postre por 11’90 euros. Como era una primera visita, además del menú pedimos algunos platos más de la carta para compartir.

Tienen una carta de vinos corta pero bien seleccionada para mi gusto. Hay una mayoría de referencias valencianas, con un buen equilibrio entre vinos bien conocidos y otros menos convencionales o más novedosos.

Empezamos con este blanco Flor de Ahillas de la Bodega Terra d’Art, elaborado con la variedad merseguera. Un vino muy equilibrado y fresco.

Para la segunda parte del menú pedimos este tinto con cinco meses de barrica, que es un valor seguro, pero que no le iba mucho a los platos que habíamos elegido.

Nos ofrecieron este aperitivo: Mini sándwich de salmón con aguacate, aceitunas y palomitas trufadas.

El primero de los platos fue una excelente ensaladilla. Untuosa, sabrosa y con el contrapunto de la cebolla encurtida, con caviar de salmón ahumado y polvo de aceituna negra. Un buen principio que puso en dificultades a los platos siguientes.

Unas sardinas ahumadas, muy ahumadas, carnosas, sobre tomate rallado y acompañada de un excelente pan de coca de aceite. Iban también aderezadas con la ralladura de aceituna negra.

Bravas ahumadas. Una original forma de presentar las patatas bravas. Buenas patatas y bonito espectáculo al destapar el bote.

Puntilla frita a la lima con chips de cebolla y zanahoria. Los chips estaban tan sabrosos y bien elaborados, nada aceitosos, que dejaron en segundo plano a la puntilla.

Tartar de atún con guacamole, piña, cebolla morada y aire de soja. Buen sabor de conjunto, pero con una textura del atún algo blanda, seguramente por exceso de maceración. Tal vez el atún algo más crudo no sería del gusto de todos los paladares.

Filipinos de foie ibérico cubiertos con chocolate blanco, acompañados de cebolla encurtida, con caviar de mistela y frutos rojos. Este plato es una delicia, creo que ganaría mucho si la proporción de chocolate fuese menor o menos dulce, se apodera del foie.

Colmenilla rellena de foie con crema de ajoblanco, tiras de espárrago verde y aire de Martini. Un bocado jugoso.

Salteado de alcachofas con chopitos, ajos tiernos, espárragos con su yema. Se recomienda romper la yema y ligarla con el calor de las alcachofas. Un plato muy conseguido.

Biscuit glacé de naranja, frutos garrapiñados y chocolate caliente. El biscuit se atempera con el chocolate caliente para convertirse en un semifrío. Buen postre.

Otro postre fue tarta tatín con helado.

Y una crema de chocolate.

Petit fours: Brownie de chocolate con cacahuete y frambuesa.

La impresión del nivel general de las elaboraciones es alta, como en el caso de la ensaladilla, que a priori podría parecer un plato sencillo, pero todos sabemos que hay muchas clases de ensaladilla. Lo mismo ocurre con algunos de los otros platos, como las colmenillas rellenas de foie, los chips de las puntillas o el plato de alcachofas salteadas. Se nota la mano en los detalles y los puntos de elaboración.

Este restaurante es un lugar de los que hay que seguir, pues estoy convencido de que nos puede dar satisfacciones. Os animo a probar.

JULIO VERNE. Calle del Periodista José Ombuena, 5, 46010, Valencia. Teléfono:963 28 67 69