En el viaje gastronómico realizado por las tierras de Murcia, buscando las fábricas de salazones en San Pedro del Pinatar, se hizo la hora de comer y por casualidad me encontré frente a "La Casa del Reloj", un restaurante a las afueras de la población, en la carretera de Torrevieja a Cartagena, N-332, s/n, teléfono 968182406.
Está ubicado en un complejo modernista de edificio espectacular, denominado originariamente Quinta de San Sebastián, que fue residencia de la familia Servet. Rodeada de jardines y palmerales, es un marco agradable para disfrutar de la mesa.
La distribución interior mantiene el aire de residencia familiar, con una gran escalinata frente a la entrada, hay varios comedores alrededor de un patio interior. Las mesas bien vestidas, la luz natural que entra por los ventanales del patio y el servicio bastante profesional.
La carta es amplia, basada en productos de temporada. Los vinos están bien escogidos, con representación de las denominaciones más conocidas, con un apartado especial para Jumilla.
Al elegir el menú nos dimos cuenta que estábamos escogiendo los mismos platos que figuraban en el menú degustación, por lo que nos decidimos por este.
El menú degustación estaba compuesto por flores de calabacín rellenas de morcilla, a mí me resulto un contraste muy fuerte, la delicadeza de las flores de calabacín es anulada por la fuerza de la morcilla. Después pimientos del piquillo rellenos de bacalao. Muy buenos, la salsa que los acompañaba muy suave y sabrosa. A continuación un pastel de hojaldre relleno de queso, tuvimos que pedir que nos lo hicieran más pues salió crudo. Nos hicieron otros de nuevo, pero seguía crudo en el interior. En cuarto lugar unos saquitos de pasta brie rellenos de foie, con salsa de foie. No sobresalieron. El plato principal, y el mejor de todos lubina al hojaldre, es una de las especialidades. Lomo de lubina relleno de langostinos y cubierto de hojaldre al horno. De postre natillas caseras con su galleta maría.
El vino fue José Pariente de Rueda, de la bodega homónima. Bueno, siempre en su línea. Fresco, afrutado y sabroso.
Precio, algo más de 40 euros por persona.
Si pasáis por San Pedro del Pinatar, vale la pena la visita.