Donde se demuestra que a veces menos es más (barra frente a mesa)
Los sitios populares lo son por méritos propios, eso no lo vamos a poner en duda ahora. Si un local se llena día sí, día también es por qué algo bueno tiene para los que acuden. El boca a boca es el mejor reclamo para estos sitios. Pero ¿a todos nos gusta lo mismo?
Llegar a un sitio que te han recomendado, que está hasta los topes, que no admite reservas y que has de pedir turno a un señor que llama en función de las mesas que se van quedando libres, si es de seis, no te toca, si es de cuatro, tampoco. Eso es perfecto para la empresa, puede hasta triplicar la ocupación de las mesas. Después de más de una hora de "cola física y virtual" nos pudimos sentar en una mesa cerca del infierno. Ya que no hay aire acondicionado ni ventiladores, en un día de aire caliente, en el que el termómetro marcaba treinta y ocho grados. Si el día es fresco y la brisa acompaña puede ser agradable.
Pero empecemos por el principio. ¿Que me hizo esperar una hora en esas condiciones para obtener una mesa en la que poder comer sentado? Sencillamente la barra, sus posibilidades y su personal. Aquí hay que venir a tapear en la barra y dejarse de comidas formales.
La prueba, que no supe descubrir a tiempo, y para eso os lo cuento a vosotros, es que los que parecían lugareños se quedaban en la barra, se tomaban su manzanilla o su caña con unas huevas, gambitas cocidas, boquerones fritos, sardinas en adobo o pulpo y hasta luego.
Durante la espera pedimos salpicón de pulpo. Fantástico. Fue la razón por la que desistimos de seguir pidiendo en la barra y pasar al comedor. Pensando en lo que nos podíamos encontrar en la carta.
Una vez la benevolencia del "llamador oficial" decidió que una mesa con cuatro lados era digna de acoger a dos únicos comensales, nos sentamos con toda ilusión a ojear la carta. Una primera parte de ensaladas, gambas, calamares, cigalas, etc... Después pescados, con bastante variedad, pero plancha, espalda o frito...
Sin mucho entusiasmo pedimos dos tortillas de camarones
A sugerencia del camarero tomamos una ración de gallineta en fritura, conocido como cabracho en Cantabria y escorpa en Valencia. Sin pena ni gloria, para tratarse de un pescado tan sabroso.
Para finalizar media pieza de "Voraz", que es como se le denomina por aquí al Besugo de la pinta o Voraz de Tarifa. Elaborado a la espalda, éste sí que estaba sabroso y muy bueno.
Para acompañar a la comida un albariño Pazo de Señorans, que fue bien con todo.
Tengo claro que una primera visita no es suficiente para tener una visión acertada y completa de un lugar, y menos en las condiciones en las que este funciona, por eso volveré esta semana y escribiré una segunda parte.
SEGUNDA PARTE
Con toda mi convicción de que la primera experiencia no fue acertada, en gran parte debido a mi desacierto en pedir, me presento de nuevo en el local dispuesto a apalancarme en la barra o una mesa del bar y pedir tapas sin más.
Lo primero unas gamba blanca cocida, quisquilla, de la que media ración da para saciarse. Estaba sabrosa aunque su tamaño era típico de picoteo.
Unas escorpiñas, para conocer este bivalvo, que resultó algo vasto pero fácil de comer.
Después otro molusco habitual de la zona, la almeja de concha fina, también fina por fuera pero no muy fina por dentro, aunque agradable como la anterior.
Para finalizar la típica fritura mixta, con una ración para dos más que abundante, destacando sobre todo lo demás la sardina en adobo, fantástica. Lo demás también sabroso y placentero de comer. La sardina en adobo fue una grata sorpresa.
En conclusión, como apuntaba al principio un lugar para comer extraordinariamente en la barra y bien en el comedor cuando se conoce mejor la carta y sus posibilidades.
Importante que no haga tiempo de levante, que es el aire caliente de esta zona.
También es importante destacar que el precio de tapeo no llegó a la mitad de la comida en mesa, si bien es cierto que los platos pedidos no son equiparables, ni la bebida tampoco.
RESTAURANTE LA ESCOLLERA. Puerto Pesquero Estepona. Málaga. Tfn. 952 806 354 (no admite reservas) Cierra domingo noche y lunes.