En la misma calle Mayor de Godella (46110) en el número 28, frente al ayuntamiento se encuentra este restaurante, teléfono 963 903 868, de dimensiones holgadas, tiene una buena separación entre la zona de fumadores y no fumadores. La parte de fumadores corresponde a una terraza cerrada con madera. La decoración del local la encuentro sobrecargada. Las mesas, de dimensiones medias, están adecuadamente vestidas. No recuerdo bien como eran las copas y eso no es buena señal, aunque tampoco mala del todo.
Para ser un martes la afluencia de clientes fue bastante numerosa, no es que estuviese lleno, pero este día de la semana es fácil cenar solos, con los tiempos que corren, sin embargo aquí había unas cuantas mesas ocupadas.
El personal me pareció muy atento, amable y pendiente de los clientes, después de la segunda entrada pedimos cambio de platos y no fue necesario pedirlo ninguna vez más. Con la elección del vino también trataron de satisfacernos, incluso buscaron información en Internet para aclararnos una duda.
La carta de vinos no es excesivamente amplia, pero hay suficientes referencias que pueden satisfacer a bastantes clientes. Elegimos un Alto Landón 2004, de la DO Manchuela, aquí es donde pedí si tenían una añada más reciente y como no había buscaron en Internet para saber que año estaba sirviendo la bodega. Yo también lo he comprobado y la bodega, efectivamente, está sirviendo el 2004-2005, a no ser que la web esté por actualizar. Se trata de un vino bien elaborado y agradable de tomar.
La carta de platos me pareció demasiado extensa. Al principio parece que es mejor tener mucha oferta para que el cliente pueda elegir lo que más le apetezca de una amplia variedad de platos, pero esto me lleva a pensar en las existencias, en su rotación y conservación. Estaba compuesta de bastantes tapas y unos cuantos platos algo más elaborados.
De primero pedimos un salteado de puntillas con habitas. Los ingredientes estaban bien pero poco sazonados, lo que hacía que este plato resultase algo insulso.
Después tomamos un gratinado de higado de pato con queso fresco y cebolla caramelizada. Se trata de un montadito elaborado con pan de molde. Estaba correcto, pero el pan de molde tostado recordaba mucho a un sándwich. No nos entusiasmó.
A continuación tomamos una sugerencia que nos hizo el personal que nos atendía, pedimos una cazuelita de bacalao con manzana, ajoaceite y miel. Resulta un plato interesante, bastante contrastado pero manteniendo cierto equilibrio. A mí me gustó.
El último de los platos fueron unas manitas de cerdo rellenas de magret de pato Un plato muy consistente, bien elaborado, pero que lamentablemente no pudimos terminar. Las raciones resultaban bastante abundantes.
De postre pedimos algo ligero, nos sirvieron un semifrío de piña. Una especie de flan refrescante, agradable de tomar y bien recibido después de la gelatina de las manitas de cerdo.
Por la cena y el vino, más dos cervezas pagamos solo 33 euros por persona.
En conclusión, un sitio para cenar de tapas principalmente, con un buen precio. Lo mejor la atención del personal y su preparación.