Como dar de comer muy bien, mal que haya crisis.
Es sin duda un local muy apreciado por casi todos los que lo conocen, no voy a decir que está de moda, porque eso sería quitarles mérito, cuando lo tienen bien ganado a pulso.
Imagen de marca del restaurante
Un restaurante, en el que se pueden comer un menú del día compuesto por un aperitivo, primero, segundo y postre, con la elaboración y presentación de los platos que aquí os voy a mostrar, por un precio a mediodía de 10 euros, es digno del máximo respeto y aprecio. Alfonso, al frente de la sala, es un seguro de buena atención.
Empezamos con un cremoso de calçots y espuma de salsa romesco, con virutas de chirivía. De entrada, así sin más.
A continuación una cecina del Valle del Esla, en su punto de curación y sabrosa.
Tinto Abandonado 2009 de Adega Alves de Sousa, Douro, variedades Tinta Amarela, Touriga Franca, Tinta Nacional y otras. Espectacular, necesitado de más guarda, pero con un potencial de desarrollo amplísimo. Potente en nariz y complejo en la boca. Sorprendió y gustó.
Nos trajeron un aceite que en algún concurso fue declarado como el mejor del mundo. Realmente estaba bueno.
Un revuelto de angula de monte (cantharellus lutescens), muy correcto de ejecución, en cuanto al cuajado del huevo y la calidad de las setas empleadas.
La prueba de la existencia de la cantharellus lutescens.
El vino siguiente lo tuvo difícil, después del primero que tomamos anteriormente, pero hizo un papel muy digno. Quinta do Mouro 2004, vino del Alentejo portugués. Elaborado con las variedades Aragonês, Alicante Bouschet, Touriga Nacional y Cabernet Sauvignon, con 14 meses en barricas de 300 litros de roble francés y portugués. Suave y redondo, muy diferente del anterior, pero muy correcto.
Unas anchoas de muy buen tamaño y bien desespinadas.
El primer plato, un arroz caldoso de pato, alcachofas y setas, éstas parecían shiitake.
Como alternativa al arroz había kirsch de verduras, para quien lo prefirió.
Llegó el momento culminante de los vinos, alguien en la mesa confesó que éste era el mejor vino que había probado en su vida. El Charme 2008, de las bodegas Niepoort, región del Douro, es un vino especial, afrancesado, el lado opuesto del primero de los vinos que hemos tomado, pero con unos aromas muy elegantes y una boca sutil, sedosa y muy compleja. Un vino para no olvidar nunca. Sólo se embotellaron 9.500 como este. El detalle de la conservación de la etiqueta se le perdona nada más probarlo.
De segundo plato un bacalao con crujiente de maíz. Exquisito y jugoso.
Para los postres este moscatel rojo, sorprendente y nada empalagoso. Excelente comportamiento con los postres.
Algunos de los postres que tomamos. Tarta de queso, el mejor de todos.
La torrija con sopa de horchata, muy buena.
El flan de café, bueno, con bastante sabor.
Otro de los postres a base de caramelo.
Una buena experiencia, ya he estado por la noche, comiendo de la carta, ahora a mediodía, también quiero volver por la noche al menú degustación. Por la noche solo abren viernes y sábado.
El precio de esta comida por persona, sin incluir las bebidas, fue de dieciocho euros.
Calle Santo Domingo Savio 39. Teléfono 963 661 780 Valencia