Restaurante Maruja Limón, Vigo

por paco
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Después de veinticuatro horas de haber cenado y aún estoy emocionado solo de recordarlo. En pocos sitios he encontrado una conjunción de factores tan equilibrada como en éste. No voy a decir que fuese perfecta, no existe la cena o comida perfecta, pero se acerca mucho.

Está ubicado en la calle Victoria número 4, cerca de la plaza Compostela, en Vigo 36201. Teléfono 986473406.

El local es elegante pero sobrio, suelo de madera, una pared de color chocolate y la otra de piedra artificial (¿). Las otras dos eran la puerta y el cristal de la cocina, a través del cual se veía trajinar al personal. Un detalle que no me gusta y que aquí se daba, luces para cenas románticas. La luz cenital sobre cada una de las mesas deja en penumbra el resto del salón. Aunque en este caso las mesas estaban bien iluminadas.


la mesa

el pan

royal de foie

vieira con tocino ibérico

el tocino

rodaballo

tarta de queso

cafe y petit four

albariño
Mesas bien vestidas y equipadas. Copas y vajillas adecuadas.

Encima la música era jazz, muy bien escogido. Para romantizar aún más el ambiente. Después de estas cenas salgo como ..., menos mal que el aire fresco de la noche y un buen paseo apaciguan el espíritu.

El servicio impecable. Correcto, atento, elegante, profesional y amable. Además con una bonita sonrisa, que más se puede pedir.

La carta de vinos muy correcta. Vinos de todas la denominaciones de origen gallegas, sin excepción, y una buena representación de vinos de las otras denominaciones, incluso de fuera de ellas, por ejemplo, estaba Mestizaje de la Finca Terrerazo de Requena.

Yo me pedí un vino de la tierra, de la DO Rías Baixas, varietal de albariño, Veigas de Padriñan 2007, 13º. Totalmente desconocido para mí. Elegí este año porque se dice que el albariño está mejor el segundo año que el primero. Me gustó mucho. Buena acidez que acompañó muy bien a todos los platos y unos aromas cítricos y a melocotón muy agradables.

El servicio del vino también impecable, no me tuve que servir ninguna vez, siempre estaba pendiente de mi copa. Solo faltó el envinado previo, pero ésta parece una cuestión algo controvertida últimamente, en cuanto a su necesidad.

Yo prefiero el envinado de la copa, es una garantía extra de ausencia de aromas extraños. No se pone en cuestión la higiene, pero a pesar del lavado, enjuague y secado pueden quedar restos del detergente o del trapo en la copa.

La carta de platos no es muy extensa, ni falta que le hace, pero si muy interesante. Tiene dos primeros menús, uno corto y otro largo, este segundo me tentó mucho, estoy seguro que volveré a probarlo, antes del domingo claro, que es cuando me marchó para casa.

Después hay unas entradas muy sugerentes y unos platos principales que recogen todas las opciones importantes. Carnes, pescados, arroces, etc. Los postres tampoco son muchos pero todos interesantes, tarta de queso, chocolates, cremas, queso, etc.

El pan de dos clases, uno con frutos secos, nueces y pasas, y el otro integral. Muy buenos ambos.

Para empezar, de aperitivo, me sirvieron un royal de foie y ciruela, rebozado de pan, muy original y sorprendente. El crujiente de la corteza de pan que lo reboza es muy interesante, por el contraste de texturas.

Yo me pedí de entrada una vieira con tocino ibérico. No sé como explicar la sensación que me produjeron. Tanto por separado como juntos. El tocino impresionante y las vieiras sabrosas y espectaculares, pero juntos en la boca una sinfonía de sabor.

Después tomé rodaballo con verduras. Que buenas las patatas (cachelos les llaman aquí). El rodaballo tierno y en su punto, acompañado de salsa gallega, a base de pimentón y aceite. Un plato para quitarse el sombrero.

De postre quise tomar el queso típico que figuraba en la carta, pero se les había acabado, a cambio les pedí la tarta de queso, estaba muy buena, pero era una versión muy original, más bien crema, con unas capas de fruta. Cuando vuelva les diré que se les olvido cobrármela. No digáis lo que estáis pensando, soy así.

Al final café, bueno dos cafés. Lógicamente estaba bueno. Acompañado de piruleta de chocolate y galletas de almendras.

Total 65,10 euros sin el postre. No es barato, pero a mí me pareció correcto, porque cené muy bien. De hecho pienso volver a por el menú degustación de 48 euros. Y pagaré el postre.

Fotografías: © Paco Palanca / Instagram: @ojoalplato.blog  / Facebook: @ojoalplato /Twitter: @ojoalplato /Twitter: @pacopalanca

Ficha de restaurante
Cocinero/a Rafa Centeno
Dirección Rúa Montero Ríos, 4, 36201 Vigo, Pontevedra
Teléfono +34986473406
Página web http://www.marujalimon.es
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