La personalidad de Tere y Paco es el complemento ideal de su buena cocina
De vez en cuando el cuerpo pide volver a los lugares de los que se guarda un buen recuerdo. En este caso no solamente gastronómico, también emotivo, la forma en que se recibe en el Restaurante Pirineos es afectuosa. Abstenerse estirados o malhumorados. Pero no únicamente el espíritu es bien tratado aquí, el cuerpo recibe un agasajo que perdura en el recuerdo. Buena materia prima con un tratamiento sencillo, una cocina “simple y natural”, como postula, a estas alturas, Alain Ducasse.
Existe un menú degustación, con una buena relación calidad precio, pero estaba un poco caprichoso y nos decidimos por pedir platos sueltos de la carta.
Empezamos con un aperitivo detalle de la casa, de los que prepara Tere, crema de acelgas calentita y sabrosa. Acompañada de un ajoarriero con crujiente de bacalao. Muy bueno y original, talentoso diría.
Seguimos con unas alcachofas confitadas, con salteado de jamón ibérico y verduras. Las primeras de la temporada para mí, ¡que buenas!
Mollejas a la brasa de piedra volcánica. Algo como esto. Estaban para repetir.
Setas de temporada con huevo escalfado y queso de cabra de Salamanca. ¡Materia prima, para que más!
Boquerones desespinados a la andaluza. Buena fritura, ligera,nada aceitosa y producto fresco.
Callos de bacalao. Gelatinosos, que se pegan en los labios. Exquisitos, pero faltos de picante para mi gusto.
Níscalos a la plancha. Producto en estado puro, recién cogido y bien tratado.
Paco Olivas es un referente en Valencia como sumiller, nadie mejor que él para recomendar el vino más adecuado. En este caso un monovarietal de garnacha de viñas viejas, con una crianza de doce meses en barrica, elaborado por Bodegas Sierra Cantabria, fresco y afrutado, perfecto acompañamiento.
De postre una selección de quesos, de vaca, oveja, cabra de Salamanca y Stilton
Para acompañar a los postres una copa de este delicioso vino. Oremus Tokay Aszú de tres putonios.
La sobremesa es un buen momento para disfrutar del saber hacer de Paco Olivas como barman. La oferta es amplia por lo que conviene dejarse aconsejar.
Un gin tonic de Brockmans bien preparado
Y una buena copa de Macallan, fueron un buen broche final en un lugar muy recomendable.
Precio medio por persona, sin bebidas, entre 20 y 30 euros.
RESTAURANTE PIRINEOS. Avda Campanar 17, Valencia. Teléfono:963 40 26 28