Equilibrio en el plato, cuidando la importancia de los acompañamientos.
Senzone es el restaurante del hotel Hospes Palau de la Mar de 5 estrellas, ubicado en un palacete del siglo XIX, cuyos elementos originales se encuentran bien integrados con los componentes modernos actuales.
Tiene un acceso independiente desde la calle, al lado izquierdo de la entrada del hotel.
La sala es amplia y decorada con sencillez y elegancia. Música ambiente muy bien escogida, para mi gusto.
Las mesas siguiendo la tendencia moderna escasamente vestidas, aunque agradables al tacto, acompañadas de vajillas actuales y copas Riedel.
El personal impecable en sus funciones. Al frente de la sala esta Félix Peña, como maitre y sumiller. Ha trabajado con Quique Dacosta y con Vicente Patiño (Óleo). Está dotado de una especial habilidad para hacer que el acto de comer allí se convierta en una experiencia más grata, tanto por sus conocimientos sobre los vinos que ofrece en la carta como sobre los platos que está sirviendo.
El resto del personal también conoce bien su trabajo. Me encontré con una señorita que sabía medir el servicio del vino blanco perfectamente, dos sorbos en cada rellenado de la copa, para evitar que pueda llegar a calentarse. Aún así nunca me quedé sin vino en la copa.
Al frente de la cocina desde que se abrió el hotel en Valencia se encuentra Antón Cañellas, su cocina creativa apuesta por una readaptación de lo tradicional en conceptos nuevos pero siempre muy comprensibles. La carta de inspiración mediterránea está basada principalmente en la utilización de productos de calidad y de temporada. Este restaurante fue elegido en 2011 por el diario británico The Times como uno de los cinco mejores hoteles de España para comer.
La carta de vinos, asequible en cuanto a extensión, tiene una buena representación de vinos, tanto nacionales como extranjeros, con una apuesta importante por los vinos valencianos. Los precios están algo elevados respecto a la tendencia actual de otros restaurantes, seguramente por el condicionamiento de estar en un hotel de cinco estrellas. Aunque, si metemos en la valoración del precio el servicio ofrecido entonces está más ajustado. No compensa pagar menos por una botella de vino y que te la sirvan mal y en copas inadecuadas.
El vino elegido fue Louro do Bolo, Vino blanco con crianza. Elaborado por Rafael Palacios, hijo de D. José Palacios Remondo (fundador de Bodegas Palacios Remondo) y hermano de Álvaro Palacios. Denominación de origen: Valdeorras (España).Uvas: Godello. Criado durante cinco meses en fudres de roble francés. Muy aromático, flores y frutas cítricas, con una acidez ideal para acompañar la comida. Fresco, equilibrado y con un toque amargo al final. Sorprende.
La carta, de inspiración mediterránea, como ya se ha dicho, está dividida por una parte en tapas y raciones, muy en la línea actual, y por la otra en platos más clásicos, pero sin dejar la línea valenciana, arroces y la famosa fideuà, de la que se dice que Antón es un virtuoso, ensaladas, carnes y pescados mediterráneos.
De bienvenida me sirvieron unos snacks a base de yuca, plátano, cacahuete y aceitunas.
Desoyendo la recomendación de Félix Peña, no accedí a tomar unas alcachofas escabechadas que me recomendó, alegando la incompatibilidad con el vino. Gran equivocación por mi parte. Estoy arrepentido ¡Por qué no me pedi una cerveza! O tal vez algún vino generoso.
Como primera entrada tomé un tartar de salmón marinado. Siendo un plato sencillo había algo que lo hacía especial. Las escamas de sal Maldon entre el picado del salmón, el marinado y sobre todo esa salsa de yogurt que me enamoró. Los detalles son fundamentales, el equilibrio entre la materia prima principal y los acompañamientos está muy conseguido en todos los platos que probé.
De segundo un salteado de langostinos con pesto rojo y brotes tiernos. Extraordinario. Sabrosísimos, limpios (sin tripas, detalle que olvidan algunos), tersos, en su punto. Están salteados con manzanilla, aunque también se pueden saltear con fondillón. Vuelta a las raices mediterráneas. Como prueba de que me gustó, le pedí la receta y me la dieron sin ningún problema. Esta noche los he preparado para cenar. Impresionantes.
El plato de pescado, media ración de corbina con una reducción de suquet, verduritas a la plancha sobre una crema de verduras con anís estrellado. Buen punto del pescado y sorprendente el sabor del anís estrellado en la salsa de las verduras. El detalle del tomate cherry pelado me agradó.
Para finalizar media ración de black angus, carne de novillo en un punto perfecto para mi gusto. Tierna y bastante sabrosa. Iba acompañado de una parmentier con níscalos. Para disfrutar.
Para acompañar este plato me ofrecieron una copa de tinto Martúe 2008 , elaborado con la variedad syrah en el Pago Campo de la Guardia de Toledo. Bodegas Martúe. Ha permanecido 15 meses en barrica de roble francés y americano. En nariz se mostró un poco cerrado al principio pero enseguida se abrió, se aprecian notas minerales, de frutos rojos y los propios de la crianza, ahumados y vainilla. En la boca es rotundo, elegante y envolvente. Retrogusto persistente. Una gozada.
El café en la terraza interior del hotel, un oasis en medio de la ciudad.
Muy recomendable.
Han preparado unos lotes para regalar, sobre todo de cara a estas fiestas, con estancias en el hotel y cenas.
Senzone. Palau de la Mar. Avda. Navarro Reverter 14. Valencia 46004. Tel.963162884.