La cocina de la India, asignatura pendiente
Que la dieta mediterránea es una de la mejores formas de comer es de sobra conocido por todo el mundo, pero hay otras formas y estilos gastronómicos que me encantan, sobre todo la cocina oriental y en concreto la india. Sus currys son uno de los platos que me tienen atrapado, sus aromas, sus colores y la intensidad de su sabor me encantan. Por eso ir a Barcelona a conocer este restaurante era un buen aliciente. La cocina está dirigida por una segunda generación, ya nacida en la ciudad condal, pero la sala sigue regentada por la madre Poonam Chitra, que es un encanto, toda dulzura y amabilidad. Cuando le dijimos que nos encantaba el achar, una salsa preparada con frutas y verduras muy picante, nos regaló un tarro del que ellos reciben directamente de Inglaterra.
El interior de la sala tiene algunas paredes con ladrillo vista, detalles orientales, y presencia de colores vivos que me recuerdan la fiesta Joli de los colores en primavera de la India.
La misma estética se aprecia en los manteles de las sobrias mesas.
La carta es totalmente de inspiración india, pero se aprecia una modernización y actualización a los paladares occidentales. Aunque se puede elegir entre tres grados en la intensidad del picante, el intermedio, que es el que yo elegí, apenas pica, pero es muy arriesgado hacerse el chulo y pedir el más picante, porque eso si que puede ser una experiencia inolvidable.
Lógicamente la carta de vinos es totalmente occidental, no es muy extensa, ya que lo que mejor le va a este tipo de cocina es la cerveza.
A modo de snacks se sirve un surtido de tres salsas una de mango y verduras, otra de yogur con menta y la tercera de chile, acompañadas del típico pan indio plano y crujiente. Tres muestras de lo que puede ser la cocina india. Desde la suavidad del yogur a la intensidad del chile.
Dal Makhni. Guisado de lentejas y alubias negras de la india. La lenteja (Dal) es uno de los grandes desconocidos en occidente de la cocina india. Es imprescindible probarlas.
Cheese Naan. Pan relleno de queso. Otro de los elementos que no deben faltar en una comida india para occidentales, el pan relleno de queso. Una exquisitez.
Arroz basmati. El pan fermentado y horneado, tipo francés, como lo conocemos aquí tiene su alternativa en el arroz cocido. Omnipresente en todo oriente, hasta Japón.
Goan Jheenga curry. Langostinos, con una suave salsa de curry, leche de coco y lima. Fantástico, un curry de langostinos maravillosamente ejecutado. Los currys, como ya he dicho, son uno de los platos de la India que más me gustan, y si son bastante picantes aún más.
Chiken Tikka Masala. Pollo al tandoor con curry de jengibre, garam masala, cilantro y pimientos. Otro curry del que relamerse recordando los sabores que te trasladan a oriente. Una recomendación de la madre del restaurante.
Ir a Barcelona es una buena excusa para comer o cenar en este restaurante. No será el más auténtico de los que se puedan encontrar, pero para el paladar occidental seguramente es de lo mejor.
TANDOOR. C/ Aragó 8. Barcelona. Teléfono 934 253 206