Está considerado como uno de los mejores restaurantes vegetarianos de la ciudad, que no son muchos los que hay. Está situado en la calle Daoiz i Velarde número 4, en Valencia 46021, entre las calles Yecla y la Avenida de Blasco Ibáñez. Teléfono 963.694.596.
El local es sencillo, con predominio de tonos claros, las mesas bastante juntas entre si, hasta el extremo de que si está lleno el local cuesta llegar a los servicios a través de las mesas ocupadas. Las mesas de tamaño justo, sin ser pequeñas, sin vestir, solo con unos pequeños manteles de papel, igual que las servilletas. Las copas para el vino de calidad media, las anteriores fueron sustituidas en función de la botella de vino que habíamos pedido. El servicio sin apresuramientos, los platos tardaron bastante en salir a la mesa, los segundos siguieron un ritmo aceptable.
La carta de vinos me sorprendió, no esperaba una selección como la que tienen. Hay opciones para todos los gustos. El servicio aceptable, descorche, cata y primer llenado de copas, más de lo que se hace en muchos otros locales. Tomamos un Martinet Bru, de Mas Martinet Viticultors, DOC Priorato. Un vino básico de la zona, con buen color e intensidad aromática. Sabroso y potente en boca. Buen precio, 23 euros. El cambio de la etiqueta, para mi gusto, ha sido para peor, la anterior era más atractiva y elegante.
De primer plato pedimos un tabule de quinoa. Se trata de una ensalada fresca de origen árabe, acompañada de un vegetal parecido al cereal (ver enlace). Estaba correcta, sin nada que llamase la atención.
El otro primero era una ensalada de algas hiziki con queso feta. Un sabor agradable de las algas y un aliño original. Exótica.
Uno de los segundos fue un pastel de puerros y queso gorgonzola. Bien resuelto pero con escaso sabor al queso. Buena presentación.
El otro de los segundos fue un cous cous de verduras y seitan. El seitan es gluten de trigo que, por su alto contenido en proteínas, se le denomina carne vegetal. Nada destacable.
De postres un tiramisú.
Sorbete de sandia y coco
Para finalizar infusiones y café. Precio para cuatro personas 80 euros, sin las bebidas.
No he retenido ninguna sensación especial. Sin duda es un tipo de cocina para incondicionales. La impresión de comer “como en casa” no me atrae, en este caso.