Si hay un formato (vitola) que tiene una gran aceptación entre los grandes aficionados al cigarro ese es el robusto. Es un puro de 124 mm de largo y un cepo 50, lo que significa un grosor ya considerable, pues tiene un diámetro de 19,84 mm.
De entre las marcas que hay en el mercado, el robusto por el que tienen una gran predilección los fumadores, por su calidad demostrada en los últimos años, es el de Partagás, denominado Serie D nº 4.
Tiene una capa de color carmelita. Está claro que hace referencia al color del hábito de los monjes. Con una tonalidad rojiza (colorado). La hoja de la capa muy fina y con brillo aceitoso, cuando el puro está en un punto correcto de hidratación.
Apagado el puro ya desprende aroma intenso a cuero, también terrosos y de tabaco
En la fumada se intensifican estos aromas, apareciendo también los de las especias y un sabor dulce que suaviza la sensación en la boca.
El tiro es perfecto, una característica bastante común en todos los robustos. Las aspiraciones son fáciles y muy satisfactorias, con una producción de humo abundante y tibio.
La combustión es muy buena y regular, sin irregularidades en la forma de quemarse. La ceniza gris claro con vetas más oscuras y como se aprecia en la foto con buena permanencia.
Un puro muy agradable de fumar y sobre todo fácil, aunque es de fortaleza fuerte, por lo que no está indicado para los principiantes que tengan problemas con esta característica del tabaco.
Se presenta en cajas de 25 y de 10 unidades. El precio por unidad, en estos momentos, es de 10 euros.
Muy recomendable.