El otro día cuando estuve en Thalassa, me fijé en este plato, me gustó mucho y me pareció bastante sencillo de elaborar. Modestia aparte. Luego ha resultado que hay algo que se me escapa. ¡A ver! para ser un plato hecho en casa estaba estupendo, no nos engañemos, pero el que comí en Thalassa estaba mejor, y lo que me fastidia es no saber que puede ser. Tal vez un aderezo, una especia o hierba aromática, una maceración de la cebolla y las alcaparras, no sé. Si alguien me puede hacer alguna sugerencia, lo intentaré de nuevo.

Los ingredientes que he utilizado son los siguientes: dos sardinas de bota (sardinas enteras en salazón) una cucharada de alcaparras una cucharada de pepinillos media cebolla tierna pera en conserva al natural mermelada de tomate mezclum de brotes para ensalada aceite de oliva virgen extra En primer lugar he limpiado las sardinas, dejando solo los lomos, sin piel ni espinas. Después las he picado en pequeños dados (brunoise) y las he puesto en un cuenco con el aceite. A continuación he picado los pepinillos, las alcaparras y la media cebolla, en trozos del mismo tamaño que las sardinas. Lo he mezclado todo en el mismo cuenco y lo he dejado unos minutos con el poco aceite de las sardinas.

Con las peras he formado una base para colocar encima el tartar.

Luego, ayudándome de un aro de emplatar, he puesto encima de las peras el picado anterior.

Lo siguiente ya es decorar el plato, con una cucharada de mermelada de tomate a cada lado y un bouquet de verduras. Como he dicho antes, estaba bueno, pero le faltaba una vinagreta ligera, algo de perejil o tal vez, siendo un poco más osado, menta fresca picada. Unas aceitunas negras troceadas también hubieran ido muy bien. Este plato también se puede elaborar con atún rojo ¡sería excelso!, con salmón, crudo o marinado, o mezclando ambos, y ya en plan comodísimo y sencillo, con atún en conserva de aceite. Pero os aconsejo que probéis con cualquiera de las primeras opciones.