Una buena cena es mejor cuando se está en buena compañía, la otra noche éramos siete, un número bonito, impar y primo. El sitio elegido ya es un clásico de estas páginas, pero es que le tengo cierta inclinación. Además el nombre le viene que ni pintado PLAERDEMAVIDA. Calle Conde Altea, 48 de Valencia 46004 Teléfono 963449440
Poco se puede añadir de lo ya dicho con anterioridad, con respecto al local, la cocina, el personal y el resultado de todo ello. El único problema era la fecha elegida, ya que al estar metidos en la vorágine de las cenas de empresa por navidad, el local estaba más lleno de lo habitual y se notaba en exceso la mala acústica que tiene el comedor, pues hasta los que estaban sentados en el interior parecía que los tuviésemos gritándonos en los oídos. La verdad es que eran bastante escandalos@s. Habitualmente es un lugar bastante tranquilo, sobretodo las noches entre semana.
Tienen una carta bastante amplia, con una buena oferta de entradas, platos principales sugerentes y unos postres que te impiden decidirte por uno solo. Ante lo cual optamos por pedir que nos hiciesen un menú tipo degustación. El cual elaboran en el momento para el cliente, con platos de la carta y según mercado.
La carta de vinos también está bien confeccionada, hay vinos habituales, algunos menos conocidos y vinos "del mundo". Así están clasificados.
Nosotros a la vista del menú que nos anunciaron decidimos pedir al principio un riesling de Alsacia, Hugel del 2005, para que luego digan que los blancos han de ser del año de la cosecha. Es un vino que se mantiene con la frescura de su primer año, una acidez estimulante y un paso de boca con plenitud.
Para los platos más consistentes pedimos un Santa Digna elaborado con uva carmenére de Chile por Bodegas Torres. Esta variedad va acompañada de un poco de cabernet sauvignon, para, como dicen en la página oficial de la Bodega, otorgarle algo más de estructura y longevidad. El vino del 2007 se mostró potente y necesitado de más tiempo de reposo en botella.
Me llama la atención que un vino de la cosecha del 2007, aunque allí se vendimia en marzo, por ser el hemisferio sur, es decir, un vino con poco más de año y medio esté calificado como "Reserva". En España se requiere de dos a tres años, o más, para poder calificar un vino de reserva. Ya sé que los reglamentos de las denominaciones de origen españolas son algo más estrictos que las de otros lugares, incluso en algunos sitios ni existe reglamentación, y cada uno pone en la etiqueta lo que quiere. No sé cuál será el caso de Chile.
Con respecto a la comida, los platos que nos sirvieron fueron. De aperitivo una crema de boniato muy suculenta, acompañada de pan de arroz.
De primera entrada una ensalada césar, con un aliño exquisito y pollo en dados.
El segundo entrante era foie caliente sobre un brioche de aceite de arbequina. Para algunos este fue el mejor plato de la noche.
El plato de pescado consistió en una dorada gratinada, acompañada de un risotto de boletus. Éste plato no estuvo muy afortunado, ya que la dorada salió bastante pasada de horno y resultó algo seca, pero casi todos nos la comimos.
La carne, un clásico de lugar, fue una moussaka de cordero. Yo personalmente la encontré muy buena. Un plato con muy buen equilibrio entre sus elementos, sabores muy bien integrados y textura bastante conseguida.
Para el prepostre nos sirvieron una espuma de mandarina con sorbete de yogur. Refrescante y buen preludio del final de la cena.
El postre consistió en una trilogía de texturas de chocolate, como nos tienen habituados. Llevaba un chocolate con plátano, otro chocolate con leche y un brownie de chocolate blanco.
Para acompañar a los postres nos sirvieron Moscato d'Asti. Es un vino dulce elaborado en el Piamonte Italiano con una variedad de uva moscatel. Fresco con algo de carbónico y bastante afrutado.
Y también un vino dulce alemán beerenauslese, que significa elaborado con el sistema de la podredumbre noble y seleccionadas sus uvas a mano. Vino nada empalagoso, con aromas cítricos y una permanencia en boca muy destacada.
El café correcto como es habitual y la atención excelente como siempre.
Hay que probar los menús de mediodía, son de lujo.