Pues sí, me encanta venir a este restaurante y debería frecuentarlo con más asiduidad, pero las circunstancias mandan siempre y poco más se puede hacer. Pero cuando vengo lo disfruto a tope. Su cocina es creativa y de producto, con lo cual sabes que cada plato va a ser una acertada sorpresa. Puedes comer a la carta o elegir entre alguno de los cuatro menús que ofrecen. Yo elegí el tercero en extensión y creo que fue un acierto.
Coca de aceite con espencat, capellán y pil pil de capellán
Guiso de garbanzos, morcilla de Burgos y cecina
Ostra valenciana con tomate Jerez, y codium. Sustituye el vodka del Bloody Mary por Jerez, por el fino.
Bonito con puerros, crema de puerros, puerro, frito, puerro asado y avellanas
Pastel de trucha en el fondo, trucha, setas (rebozuelo y trompeta de la muerte), hueva de trucha y beurre blanc de eneldo
Crema de pimientos del piquillo y bacalao con pasta crujiente
Panceta albardada con col, coles de Bruselas, crema de lentejas y panceta frita
Merluza, patata chafada, con pil pil de merluza y jugo de pimientos en salmuera
Vaca de la Sierra de la Demanda. Pastel de boniato amarillo, blanco crujiente y morado en crema
Coliflor, mango y vainilla
Pera, chocolate y Pedro Ximenez