Unas albóndigas más ligeras gracias a que no necesitan freírse en aceite
Estas albóndigas se elaboran en cuatro fases, primero el amasado de la carne con sus ingredientes, después el sofrito de las verduras a las que se le mezcla el tomate, a continuación el asado de las bolas en la freidora y finalmente la unión de todos los elementos. Más fácil que explicarlo.
Como en todos los casos en que subo recetas, las cantidades de los ingredientes y la descripción de la elaboración figuran al pie de la página.
Como ves después del primer amasado me di cuenta de que se me había olvidado el queso, menos mal que esto no es una masa para hacer pan, se lo añadí después y solucionado.
Así es como quedó con el parmesano ya incorporado. Y de aquí a la nevera.
Estos son los ingredientes que utilicé para la salsa en la que se van a bañar las albóndigas.
Como a mi me gusta distinguir en la salsa todos sus componentes no los trituro, pero por eso los pico bastante pequeños, si tu la vas a triturar puedes dejarlos de mayor tamaño.
Una vez sofrito todo y añadido el tomate te quedará con este aspecto, más o menos.
Ha llegado el momento de pasar a la siguiente fase. Lo primero que tenemos que hacer es precalentar la freidora. La mía lleva un menú preestablecido para ello, en la tuya tendrás uno también, supongo.
Mientras la freidora se pone a su temperatura vamos haciendo las bolas, procurando que queden apretaditas. Al bolearlas lo haces con un poco de presión para que te queden mejor. El plato y tus manos han de estar impregnados de aceite.
Ahora viene el momento de ponerlas dentro del cesto con cuidado de no quemarte, recuerda que has calentado hasta 205ºC.
Asamos las albóndigas a 195ºC durante 6 minutos. A mitad del proceso abrimos y movemos para que se hagan bien por todas partes.
Aproximadamente este es el aspecto que tendrán después de los seis minutos. Si te han quedado más crudas dales un minuto o dos más.
Su destino en acabar dentro de la salsa. Si las has hecho con tiempo mejor, déjalas que se conozcan bien y después estarán mejor. Las calientas cuando las vayas a comer y a disfrutar.