
Un restaurante pequeño tiene un encanto especial, a mi me resulta muy acogedor, todo parece más cercano, los camareros siempre están ahí, no los ves llegar desde la distancia, de repente los tienes al lado para atenderte con gusto y si los necesitas los encuentras al momento. Todo es más fácil. Además, muchas veces, como en este caso, las elaboraciones son atractivas, plácidas, imaginativas y deliciosas. Me gusta comer aquí, no soy el único pues siempre lo encuentro lleno, porque en la carta siempre hallas platos que sorprenden, hoy verás uno de ellos, que resultan apetitosos y gratificantes por la novedad y singularidad. Vamos al grano.

Este es el plato que me pareció más novedoso, por el empleo de la polenta en la confección de las placas. Milhojas de polenta crujiente con brandada de bacalao y piparras. Una combinación que armoniza perfectamente y con unos contrastes (las piparras) muy manifiestos que le dan frescor.

Continué con un plato fuerte, "Steak tartar con chalotas encurtidas y espuma de salsa tonnata". Como se puede apreciar en los dos primeros platos hay señales inequívocas de la formación culinaria italiana de Lorenza Alcántara. Tanto la polenta, muy consumida ya en el imperio romano, como el vitello tonnato, de origen Piamontés, son dos elaboraciones muy clásicas de la cocina de la península itálica. Me pareció una buena elección añadirle a la carne una generosa ración de condimentos, casi demasiados, y acompañarla de dos originales guarniciones.

Este plato ya lo tomé en la primera ocasión que estuve, eso es un indicio de como lo encontré, aunque el steak también fue una repetición de aquel mismo momento. Cuando algo me gusta no me importa repetir. La descripción del plato es la siguiente: Berenjena asada en soja y miel, tomate confitado, queso burrata, hojas de albahaca fritas y salsa de albahaca fresca.
Textura de chocolate negro
Las sabias Dominio del Bendito Tinta toro