Una grata sorpresa en Dénia
Desde mi perspectiva, la honestidad es una de las primeras características que definen a Nano Gómez y su cocina. Sinceridad en lo que ofrece y claridad en sus propuestas, son otras de las impresiones que me llevé al probar sus platos. Él habla de cocina fusión, porque en su carta hay algún plato en el que se ha permitido alguna licencia con la materia prima, como es el caso del plato "Causa fusión". En una de las paredes del restaurante hay una declaración de principios muy sincera: "Somos mezcla, cielo y profundidades, playa y montaña. Hemos recogido influencias y hemos creado nuestros sabores". Un reconocimiento que todos deberíamos hacer siempre, ya que somos un compendio de experiencias y aprendizajes que nos han forjado. Además, ¡qué caray!, en la evolución está el progreso. Estoy harto de los puristas ¡ya lo he dicho!
El restaurante está en el edificio del Centro Comercial Tropicana, pero con acceso independiente desde el exterior. Como se puede apreciar el interior no está muy saturado de muebles, aunque hay unas doce o catorce mesas, y además tiene una extensa terraza perfectamente habilitada que, dada la climatología de Dénia, es utilizable la mayor parte del año.
Como siempre que voy a un sitio interesante, la intención es probar el mayor número posible de platos. La muestra empezó con este aperitivo de causa limeña clásica de pollo, patata, mayonesa, huevo y aceituna desecada. Una primera toma de contacto muy prometedora.
Espectacular la leche de tigre para tomar como aperitivo. De lo mejor de la cena. Teniendo en cuenta que es una de las elaboraciones más emblemáticas de la cocina peruana, me produjo una intensa predisposición hacia todo lo que viniese después. Fue un buen presagio que se cumplió.
Ceviche clásico de corvina, con maíz blanco, canchita, que es el maíz tostado, plátano frito, cebolla morada y boniato. Buenos ingredientes y excelente la elaboración y el equilibrio en el punto de los ácidos. Se toma con fruición.
Tamal de maíz (choclo) con langostinos, caldo de pescado y cebolla morada. El tamal es una preparación elaborada con masa de maíz, que luego se acompaña con carnes, pescados o vegetales. Estaba muy sabroso.
Lomo de vaca saltado con verduras. Pimiento, tomate, cebolla tierna verde y patata. Es un plato con influencias chinas, por lo que pertenece a la gastronomía peruana denominada nikkei. Está muy conseguido y resulta muy sabroso. De los que hay que repetir.
Tarta de queso de lúcuma. La lúcuma es un fruto de la zona andina de pulpa amarillo-anaranjada de sabor muy dulce. La base de la tarta se hace con galleta picada y la fruta se mezcla con queso crema, mantequilla y a veces leche condensada. Un postre que resulta ligero a pesar de sus ingredientes.
Al finalizar la cena se nos ofreció un cóctel pisco sour, muy tradicional. El combinado peruano por excelencia, elaborado básicamente con pisco, que es un destilado de uvas, al que se le añade zumo de lima y clara de huevo. Buenísimo.
Sin duda, para mí, es el descubrimiento de este año en el amplio mundo de la restauración de Dénia. Sé que volveré en muchas más ocasiones.