Aperitivo Bar es de sobra conocido por la calidad de sus mariscos traídos desde Galicia directamente, ya se hizo famoso cuando estaba en el pequeño local al lado de la carretera de Godella a Rocafort, ahora con más espacio las posibilidades de picar o comer en él se han multiplicado. Pero además de marisco hay otras cosas y a veces apetecen, aunque sin renunciar al marisco, como estas ostras rizadas, desde luego.
La ostra rizada (crassostrea gigas) es la que popularmente conocemos como ostra francesa o japonesa. Es originaria del Pacífico, pero fueron los franceses quienes introdujeron y desarrollaron su cultivo hace varias décadas. Actualmente se cultiva en muchos lugares del mundo, entre ellos Galicia.
Otra de las alternativas que siempre apetece es el pescadito frito, esta vez compuesto de boquerones y salmonetes. Ese plato 15€, saca la cuenta.
Unas gambas al ajillo siempre son bien recibidas ¿o no?
Mientra haya alcachofas hay que pedirlas. Estas vienen con jamón, menudo acompañamiento, y una crema de queso.
Este montadito, que en la carta se llama "completo", lleva lomo, queso, cebolla y huevo de codorniz. Me encanta.
Este otro no se queda atrás, lleva hígado de pato a la plancha. Exquisito.
Un clásico de la casa es la carne de ciervo a la plancha. ¡Pruébalo!
Uno de los postres fue este chocolate, pan, aceite y sal. Ya sabes que a mí el chocolate me pirra y esté me gustó bastante, ese toquecito de sal le da una sensación nueva.
Este segundo postre era una variante de la panna cotta, ya que en su interior llevaba un corazon de fruta confitada. Muy rico.
El vino elegido es un auténtico verdejo, de los que no verdejean, cultivado en La Seca (DO. Rueda), una de las mejores zonas en las que se da esta variedad, es un vino elegante, fresco, afrutado, con aromas cítricos, herbáceos y balsámicos. En la boca se nota complejo y estructurado, con un final largo y persistente. Es uno de mis blancos básicos.
Aperitivo Bar destaca entre la categoría de los bares, juega en otra liga. Es una excepción ¿o es un restaurante?