Por si aún hay alguien que no lo sabe este "Bar" es el último proyecto, por el momento, del Grupo Gastroadictos. En esta anterior entrada hice la reseña del primer local que abrieron en Valencia. El local del Bar Cassalla es grande, tiene capacidad para muchas personas, en la entrada hay una larga barra y unas mesas altas para tomar aperitivos, almuerzos o alguna copa sin necesidad de reservar. Hacia el interior existe un buen número de mesas bajas para comer o cenar sentado, porque este bar, igual que los de toda la vida, abre desde la mañana hasta la madrugada. Hay varios ambientes, con un reservado grande, una sala al fondo y una terraza al final. Mucho espacio y mucho personal para atenderlo.
La pared que se ve en la foto está llena de carteles de bares míticos, es una ofrenda a esos grandes establecimientos que han conseguido elevar el acto del aperitivo y del tapeo a la categoría de arte, como Bodega Montaña, Kiosco La Pérgola, Bar Ricardo, Rausell, Casa Jomi, Piripi (Alicante), La Cuchara de San Telmo (San Sebastián), La Bombi(Santander), etc. El cartel de fondo blanco del centro así lo indica, es un homenaje a esos locales, y dice: "Algunos grandes bares que nos han convertido en gastroadictos"
Al entrar la barra se queda a la izquierda y al fondo se aprecia la zona de las brasas, único local del grupo que las tiene. Lo que realmente destaca en el Bar Cassalla es su cocina abierta y muy amplia. Este bar es una opción perfecta para cualquier momento del día o de la noche: bocadillos como el Americano, Pegasus o los de embutido, pero con el toque distintivo de estar hechos a la brasa, las opciones a mediodía como arroces, raciones y tapas o las tardes y noches de "picaetes" con los amigos.
Pero si los bocadillos clásicos no te apetecen puedes confeccionarte el tuyo a tu gusto, el único límite es tu imaginación.
Las opciones para comer a la brasa también son variadas ¿Qué os parece una chuleta de pez espada o el chuletón de atún? Pero si sois más carnívoros ¿qué tal la chuleta de vaca madurada?
Yo me decanté por cosas mas ligeras, empece con este brioche con ensaladilla de bogavante. Primer detalle importante, el bollo sale calentito, no parecía que estuviera recién horneado ya que quemaría más, pero tierno sí estaba. Lo segundo, la ensaladilla de bogavante exquisita, no digo más.
También tenía curiosidad por probar este mar y montaña, Albóndigas de ibérico con tallarines de sepia. Una salsa muy sabrosa, para mojar pan, menos mal que pedí media ración, la ración entera son cinco piezas. El tallarín de sepia me pareció muy ancho, no nos vamos a poner a elucubrar ahora si era sepia o potón.
¿Quién le pone peros a una Tortilla de patatas con jugo de ibéricos? Pues eso. Una tortilla recién hecha al momento, con una ligera emulsión de grasa a su alrededor que no le aportaba mucho, la verdad. Aunque tampoco le perjudicaba. La tortilla sola estaba muy rica. Y es una ración muy generosa.
De postre, para no quedarme con hambre, una tarta de coulant de chocolate. Viene con la opción de tomarla con algún tipo de helado, con suplemento, pero está tan buena que difícilmente el helado la va a mejorar. Os aconsejo que la pidáis sola. Extraordinaria.
Como habréis apreciado la comida se desarrolló de maravilla, pero en el capítulo de la bebida es donde pinché. Y digo pinché porque no supe asimilar a tiempo que el vino tenía un defecto o varios (entre un ligero TCA/corcho, un exceso de madera o humedad), era consciente de que aquello no estaba bien, me pasé la comida esperando que mejorase, a veces con la aireación desaparecen algunos defectos, pero al final me di por vencido. El vino tenía un problema, pero ya me había tomado la media botella y no procede en ese caso devolverla. ¡Vaya morro, eh! No penséis que esta bodega no hace buenos vinos, para nada, los he tomado otras veces y son muy buenos, por eso la pedí, pero en esta ocasión el vino no estaba en condiciones y cuando quise reaccionar era tarde. La verdad es que me cuesta mucho devolver una botella en el restaurante, en casa van directamente al fregadero sin ninguna contemplación. Una lástima, podía haber sido una comida redonda si no hubiera tenido este fallo mío.