Disfrutar de un tapeo popular en un ambiente bohemio
El local tiene su encanto, hay un amontonamiento de cosas pero parece que no sobra nada. Hay piezas que en otra época seguro se crearon para utilidades totalmente distintas. Por las tardes y los fines de semana se pone a tope. Las mañanas son más tranquilas. También hay terraza, lo que permite, con buen tiempo, estar más relajado en el exterior. La consumición se paga en el momento de encargarla y si pides algo más vuelves a pagar, supongo que es para poder desentenderse de los que están en la calle. La clientela es muy variopinta, empezando por mí.
La carta no es muy extensa, pero resulta interesante. Está expuesta en una pizarra detrás de la barra.
Lo que más éxito tiene son las tortillas, cada día hay cinco o seis diferentes. La de patata y cebolla es la más demandada.
Otra tortilla que también se consume bastante es una que hacen con queso y algún otro ingrediente, que pueden ser con jamón o con sobrasada, como la de esta foto.
Una escalivada de berenjena y patatas es una de las buenas opciones que hay para elegir.
Las patatas parisien son también una de las alternativas de la carta. Están cocidas con su piel y llevan tres salsas, de tomate, "all i oli" y otra un poco picante, pero poco. Es un plato contundente.
Tienen un vermut que anuncian que es casero, aunque no lo probé, por la cantidad de gente que lo pedía, debe de estar bueno.
Tienen alguna cerveza interesante como esta VIPA de Tyris. Las siglas corresponden a una cerveza Ale, es decir de alta fermentación, Pale, porque sus maltas son de color claro, e India, porque llevan más lúpulo para poder resistir los largos viajes a las colonias inglesas. La V, es una licencia de Tyris, porque se elabora en Valencia. Éstas cervezas están de moda, por algo será.
Si la anterior era una cerveza Ale, ahora tenemos una lager, que es de fermentación baja y en frío. Además últimamente han sacado las envejecidas en barrica de roble, lo que les aporta un matiz de madera al sabor de la cerveza. Personalmente prefiero las que han pasado por barricas usadas y que han contenido antes otros vinos o destilados, como amontillados, palo cortados o bourbon. En definitiva es una vuelta a los orígenes, ya que antes de los depósitos de acero, la cerveza se guardaba en toneles.
Para los que prefieren una copa de vino también hay opción a ello, los hay por copas. Como Bobalia de uva bobal o el Canyamel de uva cabernet sauvignon, ambos de Utiel-Requena, o un chardonnay de Utiel-Requena, un verdejo de Rueda o un albariño de Rías Baixas, en blancos.
Una buena costumbre de este lugar es que, cuando pides la bebida, te ofrecen una sencilla tapa, aunque sean unas modestas aceitunas con altramuces.
Ya conocemos un sitio más para tapear por Valencia. ¡Ánimo!