
Bar junto al Mercado del Val, con un buen surtido de vinos, al que ir a tomar algunas tapas como sus afamadas tortilla, que incluso se las llevan enteras a casa como si fueran pizzas. Pero no te olvides que hay algunas cosas más para disfrutar mientras te tomas un vino de tu elección. La afluencia de clientes es continua ya sabes eso lo que indica. Todo el producto que tomamos tiene buena calidad, base del éxito de este tipo de locales.

El espacio tiene sus años y está decorado tal como se concibió en su día seguramente. Dispone de una cocina, demasiado cerca de la sala ya que los olores impregnan el local. Hay permanentemente tres fuegos cocinando tortillas sin parar, base de la popularidad del bar. Es todo un espectáculo ver al propietario-cocinero pelar y cortar patatas con una rapidez increíble, a la vez que controla el punto de las tortillas que hay en los fuegos. La práctica hace maestros y este hombre, que no sé cuántas de ellas puede hacer al día, tiene mucha.

Como puedes ver las saca de buen tamaño y están muy sabrosas, cuajadas en su punto y encima le salen bonitas.

Además de la tortilla tomamos unas gildas, unos montaditos de sardina ahumada y media ración de lomo de caña que estaba exquisito.

El vino que tomamos el primer día fue este Cillar de Silos crianza 2022, con 12 meses en barrica, es un soberbio tinto de corte moderno, elegante y complejo. En nariz mezcla la elegancia con la madurez. La misma pureza de la fruta es evidente en el gusto, con una textura sedosa y una refrescante acidez. Mezcla la elegancia con la madurez. Se perciben los aromas de fruta negra y roja ácida, ligeros torrefactos y regaliz. En boca es carnoso, sedoso, equilibrado con buena estructura. Espectacular vino por copas. Nos abrieron la botella para nosotros, para tomar un par de copas solamente.

El segundo día nos sirvieron este Abadía Retuerta 2019, también con una crianza en barrica de 12 meses, como el anterior. Elaborada con las variedades 64% Tempranillo, 15% Cabernet Sauvignon, 14% Syrah, 6% Merlot, 1% Petit Verdot. Como no está integrada en la D.O. Ribera del Duero, esta bodega se permite el uso de variedades que no están admitidas por el Consejo Regulador de la denominación. En nariz muestra delicados matices perfumados, fruta negra y roja. Sabroso y equilibrado, paso por boca fresco, buena carga frutal con taninos maduros y un final largo y persistente. Una maravilla. Un vino que ha recibido muchos premios.
Uno de los sitios de Valladolid para tener en la agenda.