Sin duda, una de las grandes satisfacciones que me da este blog es que me anima a ir conociendo restaurantes nuevos para disfrutar de esa experiencia y poder contarla. Pero hay temporadas en las que me gusta volver a comer en aquellos que siempre me han dado grandes placeres, y tal vez este sea uno de esos momentos, verás que las reseñas de estos días vienen siendo de lugares ya comentados y muy populares, pero es imprescindible no olvidarse de los amigos y verlos de vez en cuando. Es como si estás en un viaje y en un determinado momento llegas a un puerto conocido y te relajas y disfrutas de esa seguridad y tranquilidad que te da.
Pues a eso hemos venido a Barbados, a disfrutar de su buen género y de su estupenda cocina, de la mano de Francisco Parra y su magnífico equipo. Y hemos empezado con un bocado fresco y sabroso de este gustoso tomate con gamba pelada. Aderezado con un sabroso aceite de oliva en el que hemos mojado pan, no me duelen prendas decirlo, estábamos entre amigos.
Las ostras se convierten en un plato imprescindible. Además de estar buenas, con ese inmenso sabor a mar, tienen muchas propiedades muy beneficiosas como que son bajas en calorías, suponen un aporte importante de Omega 3, vitamina B12 y minerales como el zinc, hierro, calcio, fósforo y selenio. Una bomba saludable que ayuda a regular el colesterol, fortalecer el sistema inmunitario y luchar contra el envejecimiento prematuro del cuerpo (Elastina). ¿A que ahora te gustan más aún?
Si la gamba roja es la reina de los mariscos, la quisquilla es como una infanta real, nunca me canso de comerlas. Cocidas y frescas, como éstas, son una delicia.
Salmonetes, boquerones y gambas, todos ellos con un ligero rebozado y después fritos son un bocado que satisface mucho a cualquier paladar. Estaba todo bueno pero los boquerones más que eso.
Este plato lo pido siempre, está exquisito. En la carta figura como Txangurro (centolla) al horno, aunque se sirve en un caparazón de buey de mar, imagino que por que es más resistente, más estable (no tiene puntas) y fácil de rellenar. Sea por lo que sea está muy rico.
Para rematar nos tomamos este arroz de marisco que estaba fantástico. Esos fondos que le dan al arroz tanto sabor son la clave del éxito. El grano no llega ni a cubrir todo el fondo de la paella tal y como se estila ahora en Valencia.
De los postres elegimos este milhojas con crema pastelera, nueces y chocolate. Exquisito.
A este segundo postre le llaman "Lingote de chocolate", muy bien puesto el nombre. Es el que me pido yo siempre. Ya puedes imaginarte lo que me parece.
Para beber elegimos uno que nunca falla, esta Treixadura de Ramón do Casar en la DO Ribeiro. Es un vino de marcado carácter varietal, muy floral en nariz. Un vino blanco expresivo y con mucha personalidad. Fijate bien cuando lo pidas, hacen también un monovarietal de Godello y otro que es un coupage de distintas variedades. Están todos buenos, pero a mí me gusta más éste.
Otra jornada sublime en Barbados.