Si desaparezco, buscadme aquí. Bueno, mejor no me busquéis.
Lo tiene todo. Es una cocina tradicional, de cuchara. A la que se le ha dado un toque innovador, de creatividad, de sutileza, de exaltación del sabor y de equilibrio, rozando la perfección. Y es porque se nota que se cocina con entrega y cariño. Cada cucharada, porque aquí se come con cuchara, es un acercamiento hacia el arrobo, la satisfacción contemplativa a través de las papilas gustativas ¿Que exagero? Todo es una cuestión de percepciones, para mi ésta ha sido ¡una de las mejores comidas de MI VIDA! No sé si la mejor, pero está cerca de esa marca.
Como ya dije en una anterior ocasión, las vistas mientras se come son impresionantes ¿No es mejor comer aquí, que entre cuatro paredes, donde no ves nada más que pintura y algún cuadro de gusto dudoso?
Como llegamos pronto pudimos tomar un aperitivo improvisado en la terraza. Morcillas elaboradas en Chulilla. Impresionantes. Sobre un sofrito de tomate casero, de los que no se encuentran en casi ningún sitio.
Para acompañar el primer plato nos pedimos esta Bianca, elaborado con la variedad sauvignon blanc. Frutal y aromático, espectacular, muy adecuado para acompañar el plato al que precedió.
Como se puede apreciar en la copa, las vistas están presentes por todas partes.
Ensalada tibia con ajoarriero de coliflor, cebollita a la llama y salmón. Una genialidad propia del autor.
El siguiente plato viene envuelto en una nube. Es un plato basado en sabores ahumados.
Se trata de maíz con foie. Es un imprescindible de esta casa. Un compendio de sabores ahumados que envuelven a unos bocados de mi cuit, a los que acompañan muy bien.
Este plato lleva colaboración de colegas. En la base setas recolectadas por Patch Brown. Espuma de consomé clarificado de jamón, Canelón de pollo, puerros y cebolla, envueltos en calabaza. Una delicia.
Alcachofas, como debe ser. En texturas, una sabrosísima crema, rehogada y laminada frita ¡Espectacular!
Plato inspirado en una pizza mediterránea. Crema de tomate con mascarpone, sardina y el crujiente lo aporta la yuca. Impresionante ¡Una idea divertida y sabrosa!
Sopa de cebolla, con su yema criogenizada, cebolla caramelizada en un ravioli de pan y lascas de parmesano. Se me acaban los adjetivos ¡Fantástico!
Bonito, marcado lo justo, en su punto ideal. Acompañado de pisto de puerro y tomate casero. No sé que estaba mejor si el pescado o la guarnición. Una locura.
La famosa e imprescindible olla de Chulilla. Guiso tradicional por excelencia que aquí sale muy bien trabado.
Croqueta de Chulilla. Elaborada con la olla local. Contiene morcilla, careta, gueña, cardo, alubias, acompañada del caldo del la olla, medio desgrasado. La grasa forma parte de la dieta y no se puede prescindir de ella. Una experiencia gustativa.
Para este menú elegimos un vino que nunca defrauda. Cumal 2010, una variedad prieto picudo, elaborado por la bodega Dominio Dostares en Castilla León. Estupendo vino.
El otro de los vinos fue este Heras Cordón 2012 Un rioja de vendimia seleccionada, con un sabor redondo y un aroma muy atractivo. Me gustó bastante. Interesante.
De postre tarta de nata con queso fresco, ralladura de limón, arándanos y fresitas, coronada por el hojaldre, como si de una tarta tatin se tratara. Manera de evitar que el hojaldre se ablande. Al nivel de todo lo anterior.
Lo dicho si me pierdo algún día, no me busquéis, estaré, con mi pareja, cerca de Luis Ernesto Yuste de Miguel.
Restaurante 9C+. Maestro Amblar 25. Chulilla 46167. Teléfono 628883973.