Tapas que convencen
Cuando llegué hasta su terraza, los colores marineros y el juego de palabras de su nombre (Casa del Mar-Calamar) me hicieron decidirme a entrar. Luego, ya dentro, el contenido de su carta me convenció de que debía quedarme. La carta ofrece una sección de tapas clásicas del Cabanyal-Canyamelar, otra de tapas más creativas, en las que se amplía el origen de las mismas, como una brocheta de pollo teriyaki, un figatell o una delicia de bacon, pollo, queso y curry, hay otra parte de ensaladas, tienen una picante, otra de ahumados y naranja o un carpaccio de calabacín, y al final una de tostas variadas. Da juego.
El local es luminoso, acogedor y bastante informal. Como se puede apreciar las sillas son diferentes entre sí. Una tendencia que se va extendiendo.
El azul y el blanco son los colores que predominan en todo el local y que contribuyen a darle claridad.
Me apeteció empezar con una de las tapas de la primera parte de la carta, las calificadas "Del Maritim" y me decidí por estas albóndigas de bacalao. Doradas y tiernas. Un clásico en Valencia.
La otra opción que elegí fue una de las tostas, en este caso muy oriental, la de pollo tandoori masala con cebolla pochada. Se trata de pollo troceado y guisado con una mezcla de especias, muy popular en el Subcontinente Indio, a base de clavo, comino, cúrcuma, jengibre, mostaza, coriandro, alholva, ajo, entre otras. Eché en falta que picase un poco, pero estaba bueno.
La carta de vinos está compuesta exclusivamente por vinos de la Comunidad Valenciana. Yo opté por este pinot noir de Enrique Mendoza, de la DO Alicante. Es un vino suave y afrutado, con un paso de boca refrescante y equilibrado.
Queda mucho por probar en este local de tapas del centro del Cabanyal-Canyamelar.