Con los ojos cerrados te recomiendo este restaurante, por todo, su ubicación en la playa de Mojácar, junto al Parador, sus instalaciones, cuidadas con primor y bien equipadas, una terraza deseada por todos en noches de buen tiempo, mesas bien vestidas, personal muy profesional y atento, carta muy atractiva y sobre todo el alma del proyecto, María Moreno, que está pendiente de todos los clientes, ayudando y orientando para que la experiencia sea lo más grata posible. Y te aseguro que lo consigue. Sus raíces de Jaén la estimulan a dedicar un protagonismo importante al aceite de oliva virgen extra en sus elaboraciones. Una buena muestra de su importancia es la selección que se exhibe en la sala.

Después de que casi te has hecho una idea de lo que quieres comer llega María y te convence de que has de pedir algo diferente. Porque resulta que ha estado haciendo unas pruebas para unos nuevos platos y tiene unas opciones que no están en carta, que cuando te los describe no tienes más remedio que pedir que te deje probarlos. Pero cuando ya has hecho tu pedido te llega una aperitivo como este de pastel de verduras que te pone sobre aviso de lo que te espera. 

Cuando María Moreno te cuenta que ha preparado un redondo de ternera con verduras cocinado al vacío durante 48 horas y que de allí han salido varias elaboraciones, como un rosbif, unas croquetas y unos jugos que levantan el ánimo a cualquiera, no puedes resistirte. Y si te propone servirte esa carne en forma de vitello tonnato ¿Qué puedes decir? Solo "Por favor, sí". Este fue el resultado, la imagen es lo bastante elocuente, ternura, sapidez y esas lágrimas de aceite acompañando a la salsa de atún ¡Lástima que este plato no esté en la carta! Otra vez será, amigo.

El siguiente plato sí estaba en la carta pero María nos hizo un regalo y lo realzó con un toque de los jugos de la cocción del redondo de ternera anterior. Las alcachofas tiernas, bien rebozadas y acompañadas de una panceta curada sabrosa, sobre esa base de salsa de carne y verduras. Espectacular.

A pesar de todo lo que te he contado de los platos anteriores la estrella es, sin duda, este. Unas gambas rojas del Mediterráneo al ajillo. Olvídate de todas las tapas que has probado similares a esta, esto es otra categoría. Unas gambas perfectas de punto, con un ligero sabor al ajillo que no enmascara el de la gamba, sino que lo ensalza. Unas cabezas llenas de matices, ya sabes de lo que hablo. Imprescindibles, es el plato fijo de la carta que los clientes no dejan que se cambie.

Para terminar elegimos este abanico de cerdo ibérico cocinado a baja temperatura y terminado a la brasa, con una patatas mantecosas que le hacían la competencia. Una delicia.

El postre tampoco lleva una elaboración ordinaria, la torrija ni se ha frito, ni se ha horneado. Se impregna la masa de sus ingredientes, leche, canela, etc., y después se congela rápidamente, para que no pierda esos líquidos. Para servirla se pasa por la plancha y se flambea con soplete, evitando que se liberen los fluidos de su interior. Resulta una masa muy jugosa y sabrosa. ¿A quién se le puede haber ocurrido algo así?

Para los platos más marineros tomamos una copa de este verdejo que nos sorprendió muy gratamente. Elaborado por la Bodega Valdehermoso en la DO Rueda, con la variedad típica de la zona, con una crianza de cuatro meses sobre sus lías. Predominan los aromas balsámicos, con notas herbáceas y fondo de fruta, sabroso, equilibrado, fresco y de largo post-gusto. A tener muy en cuenta.

Hacienda Monasterio 2020 es uno de los grandes vinos de la Ribera del Duero, está asesorado por Peter Sisseck, uno de los sobresalientes enólogos que trabajan en España, el creador del famoso Pingus. Este vino está elaborado con un  80% Tinta del país, 10% Cabernet sauvignon, 6% Merlot, 4% Malbec. Ha permanecido durante 18 meses en barricas de roble francés. En nariz, se despliegan aromas de frutas negras como moras y ciruelas, con un toque sutil de vainilla. Al paladar se manifiesta en una textura jugosa y sabores intensos. Una lujuria de vino.

Cuando estés por Mojácar o cerca de allí ya sabes dónde tienes que ir.