​Es fantástico lo que este cocinero puede hacer con tan pocos medios a su alcance. Después de recorrer algunos restaurantes de buen nivel ha querido emprender junto con su compañera la aventura de trabajar para ellos mismos, de ser sus propios jefes, sin tener que seguir un guión establecido (es su eslogan). Cultivan muchas de las verduras que cocinan, hacen el pan y preparan los encurtidos que sirven en el aperitivo, casi todo es artesanal. Hacen una cocina de raíces locales, del lugar donde están implantados, pero con toques que han ido asimilando en las experiencias previas de sus viajes y de sus trabajos. Un pequeño local con una gran cocina aunque sin "guión". Una experiencia que hay que conocer y disfrutar.