Cocina aragonesa creativa y contemporánea
En Casa Pedro encuentras una cocina de vanguardia inspirada en la tradición. Producto de primera calidad tratado con maestría para obtener unos sabores, aromas y texturas que te conquistan. Sin duda estos dos hermanos (Luis y Javier Carcas Armingol) saben reinterpretar la cocina tradicional aragonesa dándole un toque muy personal, imaginativo y de impacto, tanto visual como gustativo.
Una lástima haber ido a cenar y no poder disfrutar de más platos, ya que habíamos comido en Sophia Gastrobar y el cuerpo tiene sus limitaciones. Todas las creaciones que probamos estaban a un nivel máximo, todo exquisito y muy bien presentado. Juzga tú mismo.
Empezamos compartiendo una “Tortilla vaga de Black Angus”. Lleva cortes de Black Angus, emulsión de ajo asado, queso cheddar fundido y crema de patata asada. Algo impresionante. Parece increíble lo buena que puede resultar una simple tortilla, bueno, menos que una tortilla, ya que a esta no se le da la vuelta, se cuaja solo por debajo y eso le aporta una gran jugosidad. Encima se le colocan los ingredientes que más apetezcan y resulta algo fantástico. Ésta me gustó una barbaridad.
Probamos también un bacalao asado que estaba espectacular. Tierno, jugoso, sabroso y muy bien presentado. Estéticamente precioso. El pescado era de mucha calidad y servido en un punto óptimo. Buenísimo.
Después el lingote de paletilla de ternasco de Aragón a baja temperatura, con hummus de zanahorias asadas y yogur especiado. Así venía descrito en la carta y así lo disfrutamos. Este plato es insuperable, lo tiene todo. Carne delicada, suculenta, jugosa, muy apetitosa y guarnicionada con mucha imaginación y pericia. Un festival en el plato.
Si los platos anteriores nos asombraron, la mayor sorpresa vino con el postre, es una versión muy particular de la tarta de queso ya que no ha pasado por el horno, pero tampoco parece que esté cruda. Un misterio que te deja encantado, es sensacional. Lleva trocitos de frambuesa liofilizada, almendra picada y fruta de la pasión. Está muy rica. De los platos que no se olvidan.
El vino elegido para acompañar esta magnífica cena fue el Syrah 2020 Familia de Bodegas Fábregas de la DO Somontano. Un vino monovarietal con un envejecimiento en barrica de roble durante ocho meses. Se muestra muy aromático, con matices de frutos rojos, especiados y cacao, en la boca, sabroso, largo, de buena acidez y con un tanino bien integrado. Un final persistente, en el que los recuerdos de cacao y fruta madura reaparecen. Un digno compañero de la cena.
No puedo más que recomendaros que vayáis a Casa Pedro en Zaragoza, que probéis su menú degustación de tapas o pequeños bocados o que pidáis de la carta todo lo que seáis capaces de comer. Saldréis maravillados.